Como decía el psiquiatra Viktor Frankl, «entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder para elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta yace nuestro crecimiento y nuestra libertad». Reflexiono sobre cómo nuestras vidas mejorarían si dejáramos de lado la vergüenza y habláramos abiertamente sobre lo que sentimos. Imaginen un mundo donde la empatía sea la norma y escuchar sin juzgar una herramienta para prevenir la depresión.
La salud mental ha estado rodeada de estigmas y malentendidos por mucho tiempo. En nuestra sociedad, expresar emociones sigue viéndose como un signo de debilidad, lo que nos lleva a callar cuando más necesitamos hablar. Sin embargo, la salud mental no discrimina, afecta a personas de diferentes edades, razas y estatus sociales.
La intervención del Estado en la salud mental es esencial para garantizar que todos los ciudadanos reciban el apoyo necesario, se promueva el bienestar emocional a nivel nacional y se protejan los derechos de las personas más vulnerables.
En este contexto, elevo mariposas por el centro de contacto Cuida tu Salud Mental que brinda su apoyo invaluable a la población dominicana, ofreciendo asistencia psicológica gratuita a través de la línea 809-200-1400. Esta iniciativa, liderada por la primera dama Raquel Arbaje, en colaboración con el Ministerio de Salud Pública y la OGTIC, se ha convertido en una línea de vida accesible para todos. Recientemente, y para responder a la creciente demanda ha extendido el horario de atención, con mas tiempo para escuchar y brindar el apoyo necesario.
Este esfuerzo refleja un cambio positivo en cómo abordamos la salud mental. Nos recuerda que no estamos solos y que, con el apoyo adecuado, podemos superar cualquier desafío emocional. Hablar sobre la salud mental es fundamental porque influye directamente en nuestro bienestar general, afecta cómo pensamos, sentimos y actuamos en nuestra vida diaria.
Podemos adoptar pequeñas acciones que marcaran una gran diferencia: como aprender a soltar lo que no podemos controlar, decir no sin culpa, y no hacer las cosas solo por complacer, aprender a escuchar con empatía, y expresar lo que nos molesta desde el respeto. Entender que cada persona tiene su propio ritmo nos ayuda a ser más comprensivos, practicar la gratitud nos permite encontrar la felicidad en nuestra vida tal como es. Hablar de salud mental es un paso crucial hacia una sociedad más saludable y compasiva.
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