Definitivamente, los alimentos integrales son más saludables que los refinados o no integrales, y esto por que como no pasan por el proceso de refinamiento contiene del grano todas sus partes y por ende la cantidad de nutrientes que posee es mayor, tanto en cuanto a fibra como en vitaminas minerales y otros compuestos.
Tener un contenido mayor de fibra los hace ser beneficiosos para la salud , porque contribuyen en la reducción de factores de riesgo en patologías como las cardiacas, diabetes del tipo 2, constipación, problemas gastrointestinales y algunos tipos de cáncer.
En relación a que unos sean más efectivos o no en la pérdida de peso, como profesionales usamos y preferimos siempre los alimentos integrales por las razones que hemos explicado y porque además de sus bondades, en cuanto a vitaminas y minerales, su mayor contenido de fibra produce sensación de saciedad, pero en cuanto a las calorías, la diferencia es muy mínima, por lo tanto, no es de importancia y es por ello que aún sea integral el alimento debe siempre cuidarse la cantidad que se consuma porque si comemos en grandes porciones no será efectivo.
En conclusión, recomendamos que no se debe enfocar el consumo de los alimentos integrales solo cuando lo que interesa es perder peso, sino que debemos aprovechar las bondades que aportan y que al consumirlos nos estamos cuidando de patologías que con una sana alimentación podemos prevenir o, en el peor de los casos, ya establecidas, podamos sobrellevarlas en combinación con los medicamentos puestos por el profesional a cargo.
* La autora es nutrióloga del Centro NutriFit – (809) 412-7052
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