Los empresarios son muy sensibles con el clima de negocios y la estabilidad de las reglas del juego, dos ejes fundamentales en el discurso de la cúpula y los gremios satélites del poder privado, los patronos, los generadores de riquezas y de empleos.
En determinadas coyunturas estos temas se convierten en grandes titulares de periódicos y en intervenciones mediáticas en las que no faltan las advertencias apocalípticas que dan la impresión de que en cualquier momento nos quedaríamos sin país.
Me llama la atención el nulo nivel de autocrítica que suele evidenciarse en estos casos, en los que el pato resulta ser siempre el gobierno (y parece lógico si partimos de que el Estado debe ser garante del cumplimiento de las leyes y de políticas públicas predecibles).
¿Mantener un adecuado ambiente para los negocios debe ser una responsabilidad compartida entre el Estado y los entes que conforman la sociedad? Mi respuesta es un sí definitivo y sin ninguna duda.
Tan negativo es para la atracción de inversiones un Estado con debilidades institucionales como un empresariado que aprovecha esos resquicios para lucrarse indebidamente a través de tratativas turbias con los mismos entes públicos.
Para garantizar el buen clima de negocios necesitamos un árbitro pulcro y eficiente, que es el Gobierno, pero también un empresariado con principios éticos arraigados y un cambio cultural que rompa la simbiosis de corruptos y corruptores.
Desde hace varias semanas veo, escucho y leo los argumentos contra el pago adelantado del 50% del Itbis en Aduanas, bajo el entendido de que con esto se grava el proceso productivo al inicio y que resulta un zarpazo fiscal contra las medianas y pequeñas empresas, así como un freno a las inversiones mayores.
Los medios han sido tan inundados de contenidos en ese sentido que, desde mi óptica, abren la oportunidad de un gran debate serio, frontal, transparente y horizontal, que incluya la horrenda evasión existente en el ITBIS, que coloca bajo legítima sospecha a muchos de los que andan reclamando reglas del juego.
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