Falso, es la respuesta al título de este artículo.
La sal, o como la llamamos científicamente cloruro de sódico, es un compuesto formado por varios minerales y constituye uno de los elementos más abundantes en la tierra. A diferencia del azúcar, que tiene un aporte calórico, la sal no posee calorías que se sumen a nuestro cuerpo y no es de esa forma que nos puede hacer aumentar de peso, osea, no nos aumenta masa ni grasa corporal por lo cual no engordamos, pero si al intervenir en cambios en los fluidos corporales por lo cual nos hace retener líquidos y esto en la balanza se traduce con aumento de peso.
Para entenderlo, es importante saber diferenciar lo que es engordar y aumentar de peso, cuando engordamos es porque aumenta la grasa y/o masa corporal por ingesta elevada de alimentos y cuando se aumenta de peso en la balanza es por ganancia de volumen (los líquidos internos aumentan y se retienen).
Sin embargo, entendiendo esta parte es importante tener en cuenta que no se debe abusar de su consumo, esta es necesaria para una buena salud pero su ingesta elevada puede afectar funciones vitales.
Teniendo un consumo adecuado de esta por día de 4-6 gramos los adultos y de 3-4 gramos los niños aproximadamente, para reponer las pérdidas de sodio por la orina, el sudor, es lo adecuado, con un consumo mayor ya forzamos el riñón y retenemos líquidos corporales.
Una forma de limitar su consumo es incrementando el consumo de hierbas y especias en las preparaciones alimentarias y al momento de comer no tener el salero a mano, el solo hecho de verlo nos hará agregar más, la mayoría de las veces sin necesidad.
Hacer conciencia del consumo de sal en nuestra alimentación diaria es de suma importancia, no debemos creer que por el hecho de no poseer calorías no nos afecta, la mayoría de las enfermedades que puede desarrollar a futuro son silenciosas (cardiovasculares, hepáticas, renales).
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