La nutrición es el proceso por el cual se absorben los nutrientes de los alimentos y por ello es importante que en proceso de gestación le prestemos especial interés.
Llevar una buena nutrición durante el embarazo, asumiendo una correcta alimentación, es la vía en que podemos llevar tanto al feto como a la madre los nutrientes esenciales básicos para que al mismo tiempo que alimentamos y ayudamos en la formación del feto también la madre se nutra y mantenga un peso adecuado.
Todos los nutrientes son importantes en este período, carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales, fibra y agua. Sabiendo esto, elaboraremos un menú equilibrado que posea todos estos nutrientes, dándole prioridad a las fibras para que estos mantengan un buen tránsito intestinal y prevenir hemorroides, pero además de las proteínas, las cuales jugarán un papel especial porque estas ayudarán al crecimiento y formación adecuada del feto.
Podemos comer una ración de carbohidrato principalmente en las mañanas o almuerzo, abundantes frutas y verduras combinadas en jugos o ensaladas, frutos secos y de las carnes, pescados, lácteos y legumbres dos o tres porciones por día en cantidades adecuadas dependiendo de la embarazada.
Es recomendable que en el embarazado no se debe tomar te, ya que éste puede producir un aborto prematuro. Impiden la absorción de calcio y hierro en el feto, pero tampoco se debe tomar café debido a que este altera la frecuencia cardíaca del bebé y la respiración del feto.
Lo mismo sucede con el alcohol, aunque no se ha determinado la cantidad que afecta al feto, se recomienda no ingerirlo o si se hace, tomarlo en pequeñísimas cantidades, siempre bajo la supervisión de su gineco-obstetra.Durante todos el embarazo se debe trabajar la alimentación para que no se aumenten más de 20 a 30 libras, pero es importante que la embarazada no se castigue tanto con el peso, lo primordial es saber que se está llevando una alimentación adecuada y que en los chequeos prenatales el crecimiento del bebé sea el adecuado.
Un punto importante, y por el cual es por ello que se debe mantener una alimentación equilibrada, es que hay enfermedades que se pueden producir por un aumento de peso o mala alimentación.
Una inadecuada alimentación puede derivar en la preeclampsia, que es una alteración vascular de la placenta (HTA , proteínemia, edema). Se debe disminuir el sodio, las proteínas y consumir diuréticos. Asimismo, genera la diabetes gestacional: una alteración en el metabolismo de los carbohidratos, hiperglicemia (puede producir muerte fetal o macrosomias).
Ya cuando se va a dar a luz, hay que preocuparse por la lactancia y de forma general hay que ingerir alimentos ricos en calcio (leche, yogurt, maltas, soya y sus derivados, quesos, semillas de girasol, brócoli, espinacas, avena y legumbres).
Están esos alimentos que cambian el sabor de la leche: ajos, cebollas, especies. Sin embargo, esto no altera la alimentación del bebé ya que fueron alimentos que pasaron a través de la placenta y son sabores conocidos. Un dato: el gas no pasa al bebé, la leche materna no produce gases.
* La autora es Nutrióloga clínica-Centro NutriFit
Comentarios