La ciudad de Santo Domingo vivirá mañana un espacio decisivo para el futuro de la convivencia vertical y, en general, para la manera en que miles de dominicanos entienden su vida cotidiana dentro de un condominio. Se trata del foro–seminario participativo «Ciudadanía activa: de la reflexión a la acción en la vida vertical», un encuentro diseñado para provocar conversación, ordenar ideas y encaminar una verdadera transformación del modelo de gobernanza en nuestras edificaciones residenciales.
El evento reunirá en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) a actores clave del sector inmobiliario, juntas de propietarios, autoridades municipales, inmobiliarios, especialistas jurídicos, administradores, líderes comunitarios y ciudadanos preocupados por los conflictos, vacíos y tensiones que cada día afectan la vida en los residenciales verticales. Será un espacio donde la experiencia cotidiana se encontrará con el conocimiento técnico, y donde la voz de los habitantes, que por décadas ha sido relegada, tomará un rol central.
Mañana se dará un paso sin precedentes: la presentación abierta del proyecto de ley que crea la Superintendencia de Condominios, una pieza legal largamente esperada y reclamada. No se trata de una simple iniciativa legislativa, sino de una estructura institucional moderna que permitiría regular, acompañar y supervisar la convivencia vertical de manera técnica, profesional y transparente. En un país donde cientos de miles de familias habitan condominios con normativas difusas, administraciones débiles y escasos mecanismos de supervisión, esta propuesta representa un cambio profundo y necesario.
El foro-seminario permitirá analizar cada uno de los ejes del anteproyecto de ley de forma participativa, con intervenciones breves, mesas de discusión y un formato que busca escuchar voces reales que van desde el administrador que enfrenta quejas constantes, hasta el propietario que no sabe cómo ejercer sus derechos; desde el constructor que entrega proyectos sin un marco regulatorio claro, hasta el municipalista que recibe diariamente conflictos que no le corresponden por ley, pero que aun así debe atender. En este encuentro no se pretende imponer criterios, sino construirlos colectivamente bajo un espíritu técnico y ciudadano.
Este escenario no surge por casualidad. Es la continuación directa del exitoso seminario «Ciudadanos de altura», celebrado en agosto, donde más de cien participantes coincidieron en un punto y es que el país necesita avanzar hacia un nuevo modelo de gestión para la vida vertical. Aquella experiencia dejó claro que el interés existe, que la voluntad está, y que la conversación debe continuar con mayor profundidad y orden. Lo que mañana ocurrirá en la UNPHU es esa continuación natural, una segunda entrega más ambiciosa, más inmersiva y más orientada a resultados concretos.
En esta ocasión no se trata únicamente de exponer, sino de debatir, dialogar y construir. El espíritu del foro-seminario es inclusivo pues convocar a quienes serán impactados por esta legislación y permitir que sus opiniones, preocupaciones y experiencias nutran la versión final del proyecto. Propietarios, arrendatarios, administradores, constructores, representantes de asociaciones profesionales, universidades, gremios municipalistas y organismos del Estado tendrán la oportunidad de aportar desde su perspectiva y, por primera vez, sentirse parte activa del diseño de una política pública esencial para la vida urbana del país.
La elección de la UNPHU como sede no es fortuita. Su prestigio académico, su tradición en estudios urbanísticos y su compromiso con el desarrollo de la ciudad la convierten en el lugar ideal para un foro de esta naturaleza. La institución abre sus puertas para un ejercicio de construcción democrática, donde el conocimiento técnico dialogará con las vivencias ciudadanas. El entusiasmo generado lo confirma. Las inscripciones superaron rápidamente los cupos iniciales, obligando a habilitar espacios adicionales para dar cabida a todas las personas interesadas.
La convivencia en los condominios se ha convertido en un desafío diario para miles de dominicanos: ruido, uso de áreas comunes, administración de recursos, transparencia en las finanzas, mascotas, parqueos, seguridad, mantenimiento, conflictos internos y un largo etcétera que afecta la armonía de las comunidades. Afrontar estos problemas requiere reglas claras, instituciones fuertes y ciudadanía informada. Nada de esto puede esperar más.
La ciudad vertical del presente y del futuro necesita una voz colectiva. Ese es el espíritu de Ciudadanía Activa.



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