New Jersey, EE.UU.– Cuando sale a escena, Robert Green, cantante líder del grupo cristiano Barak, toma literalmente por el cuello al público y no lo suelta hasta que pronuncia la última palabra en un concierto. Eso es lo que, por lo menos, se pudo experimentar la noche del pasado sábado en el Prudential Center de esta ciudad, parada más reciente de la exitosa gira «Dios fuerte tour» que tiene a la banda tocando corazones por el mundo.
La fe está en el centro de la narrativa artística de Barak. El poder de sanación que transmite la Palabra –con mayúscula– es la columna vertebral de su repertorio. La pasión, energía y buena vibra es lo que destila Green en sus presentaciones en directo, escoltado por Angelo Frilop (líder, piano, productor musical) y Janiel Ponciano (vocalista, bajista y compositor), quienes completan el trío de su alineación.
A pocos minutos de las 9:00 de la noche, cuando la arena mostraba ocupada cada butaca en su totalidad, Green se presentó ante la audiencia interpretando Dios fuerte y continuó con Sí y amén. Una gran euforia se apoderó de un público integrado por segmentos de todas las edades: niños, adolescentes, jóvenes y adultos de diferentes generaciones.

Con versatilidad, capacidad de entretenimiento y vibrante, el artista entonó las notas de Profetizaré, La tierra canta y Libre soy. Fue provocando el calor el público que alimenta el espíritu de cualquier cantante en plena actuación. Guatemaltecos, puertorriqueños, mexicanos, salvadoreños, ecuatorianos, cubanos, pero sobre todo dominicanos, corearon todas y cada una de sus canciones. Esto intensificó el entusiasmo y la satisfacción entre los integrantes de la agrupación.
La noche del pasado sábado fue una cita inolvidable para miles de creyentes y amantes de la música cristiana que colmarony la banda dominicana reafirmó su posición como uno de los referentes más importantes de la adoración contemporánea en América Latina y Estados Unidos.
Desde horas de la tarde, la gente comenzó a formar filas a las afueras del recinto. Familias completas, niños, grupos de jóvenes y congregaciones de diversas ciudades se dieron cita con la expectativa de vivir una experiencia de alabanza intensa y transformadora.

Más allá de la calidad musical, el evento se distinguió por la profunda conexión espiritual que Barak logra establecer con el público en cada presentación y esta no fue la excepción. Entre canción y canción, los integrantes compartieron reflexiones, palabras de aliento y momentos de oración que convirtieron el concierto en una auténtica experiencia de fe.
En un momento de l anoche, Robert Green agradeció a Dios y al público por el respaldo recibido, subrayando el propósito evangelístico de cada presentación, como parte de su exitos gira que este sábado 31 de mayo se presentará en el Coliseo de Puerto Rico.
Uno de los momentos más impactantes de la noche fue cuando las luces del escenario se apagaron por completo, dejando al público cantar a capela un fragmento de uno de sus temas más emblemáticos de la agrupación, y así miles de voces unidas crearon un ambiente de profunda reverencia y entrega, marcando uno de los puntos culminantes del evento.

La producción estuvo a la altura de los grandes espectáculos internacionales pero sin grandes parafernalias que caracterizan los conciertos hoy día: aunque sí predominó el buen cuidado de la puesta en escena y un despliegue técnico en cada interpretación. La organización del evento también fue destacable, logrando un flujo ordenado de ingreso y salida, y garantizando una experiencia segura para todos los presentes.
Otro momento que arrancó una sentida ovación fue la participación de Juan Carlos Rodríguez, integrante de Tercer Cielo que interpretó tres de sus canciones más populares, una de ellas junto a Robert Green y con Angelo. Los cantantes bajaron del escenario, mientras en otra tarima Juan Carlos tocando el piano se unió a la interpretación llenando de magia y emoción el momento.
El cantante líder de Tercer Cielo se reservó varios minutos para ofrecerle a la gente algunos trozos de varias de sus canciones más populares, mientras los integrantes de Barak se preparaban para volver al escenario principal y asumir la última parte del concierto. Ni siquiera en las canciones menos intensas y más suaves se pudo desmontar al público de su estado de algarabía.
Con esta presentación en New Jersey, Barak continúa su gira por Estados Unidos, “Dios fuerte tour” llevando un mensaje claro: más allá de los escenarios y la fama, su misión sigue siendo llevar esperanza, fe y restauración a cada corazón que escuche su música.
La noche del sábado no solo fue un concierto, fue una manifestación de unidad espiritual que dejó una huella imborrable en cada asistente. El grupo recibió del Prudential Center un reconocimiento por haber logrado sold out y prepara las maletas para llegar con toda su energía.
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