Johnny Ventura no sólo fue un artista que revolucionó el merengue, comprendió desde muy joven que debía caminar junto al pueblo cuando lloraba lágrimas de sangre como consecuencia de las tragedias provocadas por fenómenos naturales o de cualquier otro tipo. La devastación causada por el huracán David a República Dominicana inspiró al artista para componer A construir, un merengue melancólico que estrenó a mediados de septiembre de 1979 a manera de consuelo, un grito de esperanza que lanzó para alentar una población en desgracia. «Hermanos, es duro nuestro presente, pero no es el final. Es tiempo de unir acciones, es tiempo de trabajar», alienta el cantante en una frase penetrante.
Con este merengue –ofrendado por El Caballo al Partido Revolucionario Dominicano a través de su líder José Francisco Peña Gómez para que gestionara su venta y distribuyera entre los damnificados el dinero de las recaudaciones– cerró la década de los 70, para dar la bienvenida a los prodigiosos años 80 con un cancionero que sintonizó con el sonido del período creativo más importante del merengue. Con una clarísima visión para entender la evolución del gusto de sus seguidores, Johnny apertura este elepé con Yo soy el merengue, canción que da título a la producción, un bombazo rítmico con el sonido original del Combo Show.
El líder de la orquesta aporta tres composiciones que, además de Yo soy el merengue y A construir, completa el tema Cierra tu puño, otro grito de protesta contra la represión obrera, la injusticia y la desigualdad. «Cierra tu puño obrero y reclama; la voz ronca del pueblo te llama; parar es muy sencillo la maquinaria, y cambiar el martillo por la batalla». Un verdadero espectáculo de patriotismo y compromiso decidido a dar el frente –con su trueno vocal– a la sumisión generalizada. De Pedro Néstor Pérez actualiza el clásico Consígueme eso, grabado en 1952 por Ángel Viloria y su Conjunto Típico Cibaeño, merengue que también versionaron Alci Sánchez con la orquesta de Porfi Jiménez, Dioris Valladares y Ángel Viloria, Rafael Solano y hasta el venezolano Oscar D’León.
Ramoncito Díaz, un autor que hizo una contribución importante al cancionero del merenguero, contribuye con No te imaginas, mientras que Wito González es el responsable de El ron es mi medicina, otro de los temas más populares de esta producción, referencia fundamental de la discografía navideña producida por el Combo Show. Mi novia y mi mujer reafirma la impronta de un artista que siempre pudo marcar distancia del resto, erigiéndose como un exponente único, muy distinto a todo lo demás. Roberto del Castillo canta este otro hit que ha ido trascendiendo al tiempo, una composición modelo en la obra de Leonardo de Jesús.
Una rareza es el Ratoncito Miguel, un merengue que sirve para recordar que hasta los grandes como Johnny Ventura pueden pisar en falso en el proceso de elección de las canciones que pasan el cedazo del equipo cercano con acceso a los estudios, pero que luego pueden decepcionar a los fanáticos. Pero debo puntualizar que Yo soy el merengue es un disco al que hay que volver siempre para evocar temas esenciales de la vigorosa obra que inmortalizó el legado de Johnny Ventura.
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