No es en Boca Chica, pero señores. Las manta raya no suelen aparecer por estos predios como sí lo hacen, por ejemplo, en Stingray City, Antigua.
Al parecer, la experiencia por allí es inolvidable, por lo menos para los amantes de las cálidas aguas marinas, poco profundas y cristalinas. Por Antigua vimos a la presentadora Karina Larrauri, fanática de los deportes (y gustos extremos), quien vio acelerar los latidos de su corazoncito cuando pudo tocar lo inimaginable.
«Va a ser inolvidable poder compartir con las rayas, como si fueran amigos de toda la vida. Nadan entre tus piernas, te acarician la espalda, se dejan tocar, cargar y alimentar», así no más.
Las palabras vienen de una Karina feliz, que no se cambia ni por Nashla Bogaert (que anda en estos días montada en una caminadora vibradora que tiene a las mujeres del medio de vuelta y media). «Más o menos 40 minutos de una experiencia bellísima en aguas tan cristalinas que puedes verlas desde afuera», las manta rayas, dice Larrauri.
Para completar su inolvidable visita a Antigua, nos pasa este dato: allá pregunten por Bernardo, un dominicano apasionado con el tema que hará que pasen un deja bellísimo».
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