¿Quiénes somos? ¿Qué hacemos aquí? Es La teoría del todo, o todo lo que podríamos esperar de una película admirable. Título biográfico sobre buena parte de la impresionante vida –y lo de impresionante va en serio– del cosmólogo y físico inglés Stephen Hawking y su esposa Jane.
Todo lo que el director James Marsh plasma en esta fabulosa recreación biográfica de 123 minutos es una buena teoría para contemplar las bondades y la grandeza de un personaje (que posteriormente se erige en celebridad, gracias a sus teorías sobre los agujeros negros, nada que ver con la grandilocuencia de una estrella del rock and roll) que nunca se rindió ante las adversidades de una enfermedad que lo postró físicamente a una silla de rueda, pero que nunca pudo dominar sus facultades mentales.
Con 5 nominaciones a los Premios Oscar de la Academia de Hollywood, en La teoría del todo James Marsh (Inglaterra, 1963) desmitifica la pesadez y el desinterés colectivo que se manifiesta sobre las grandes mentes de físicos, matemáticos, astrólogos y estudiosos de estas ciencias, para sumergirnos en un impactante drama que noquea la indiferencia cuasi universal, para centrarle en las particularidades de una vida única.
Desde los matices y los colores que ambientan sus épocas, los detalles rutinarios y comunes que acentúan la referencia científica –con los de la cotidianidad–, van moldeando el relato de una película que navega cuerpo a cuerpo con el resto de sus elementos para atraparnos y sellarnos en la butaca con mala fe y alevosía, con la única intención de sacudir los sentidos. Nada queda al azar.
La película inicia con la recreación de una fiesta entre estudiantes donde se ven por primera vez Stephen y Jane. El flechazo fue fulminante. Él, estudiante de ciencias, ella, estudiante de artes. La coincidencia de un segundo encuentro posibilitó la boda, pero transcurriría poco tiempo para que Hawking fuera diagnosticado con una «rara» enfermedad que le dejaba, según los médicos, con dos años de vida, cuando apenas tenía 21. Todo lo demás es historia.
Marsh dibuja con elegancia y credibilidad la caída física, las agonías y los sufrimientos de quien hoy es considerado como uno de los físicos más brillantes de estos tiempos, recreación que conserva en esencia las grandezas del género en su mejor representación.
Pero La teoría del todo le debe mucho a esa increíble interpretación del actor Eddie Redmayne (Les Misérables y My Week with Marilyn), un trabajo difícil de superar gracias a su portentosa labor como Stephen Hawking. Ganador por mucho como Mejor actor en una película dramática de los Globos de Oro, va por el grande, el Oscar, donde se mide a otros papeles admirables: Steve Carell (Foxcatcher), Bradley Cooper (El francotirador), Benedict Cumberbatch (The Imitation Game) y Michael Keaton (Birdman).
Excelentes actuaciones, magnífica selección musical y una puesta en escena como suelen concebir y realizador los directores ingleses. Y es el que el cine inglés es otra cosa, como lo es La teoría del todo, una película sin desperdicios que, sobre todo, nos deja con espacio suficiente para creer en el Universo y en las bondades de la Creación.
FICHA TÉCNICA
Título: The Theory of Everything. Director: James Marsh. Intérpretes: Eddie Redmayne, Felicity Jones, Tom Prior, Sophie Perry, Finlay Wright-Stephens, Harry Lloyd, Alice Orr-Ewing, David Thewlis, Michael Marcus. Guión: Anthony McCarten, sobre el libro Traveling to Infinity: My Life with Stephen de Jane Hawking. Año: 2014
Comentarios