22/11/2024
Nacionales

Sócrate McKinney: un dandi perdido en Baní

Hasta para comerse un mango hay que tener estilo, por lo menos frente a las cámaras. Aunque en la intimidad, el carismático fashionista Sócrate McKinney calce de chancletas, pantalones cortos y sin camisa, se estacione frente a un cubo con agua y una buena docena de mangos para degustar, no siempre uno puede darse esos lujos.

Pero lo cierto es que McKinney es un fiebrú de los mangos, para escribirlo en buen dominicano. Como cada año, para esta añorada época, Baní se convierte en la «capital mundial del mango», como dice el propio estilista. Y por esos predios del Sur, Sócrate se da un baño de pueblo (y de mango también), caminando por sus calles como toda personalidad que es, sin complejos de megaestrella televisiva o del cine hollywoodense.

Porque miren ustedes, cuando se tiene la estatura (que no física) de un Sócrate McKinney, hay que cuidarse de los paparazzi cuando se anda de manera pública por los alrededores de la feria de mango que se celebra en Baní. Pero este señor no teme de ello, vestido de bermudas verdes, un T-shirt blanco, sombrero (cual si se tratase de un Gay Talese en Dominicana), tenis rosados y unas gafas para disimular la mirada, camina por esos alrededores, con tremenda docena de mangos en las manos listos para engullirlos en algún rincón en la intimidad.

Dejémonos de cuentos, y concéntrese en la imagen que ilustra estos párrafos: mírelo bien, ese porte de dandi perdido por las calles de Baní, donde los mangos son un placer y la vida tiene un sabor muy dulce en esta época. Sócrate McKinney puede dar fe y testimonio de ello.

Artículo escrito por Maximo Jimenez

Periodista, crítico de cine. Ex presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (2011-2013), autor del libro «La gran Aventura de la bachata urbana» (2018).

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