03/05/2025
Notas Breves

Harvard

Desde hace tres meses no hay día en que el impredecible presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no sea noticia o no provoque él mismo alguna engorrosa situación de carácter local o internacional. Inició una absurda guerra arancelaria con medio mundo, pero no hay sector que se le resista y es precisamente, en este caso que este hombre cargó todas sus municiones contra la universidad privada y de gran prestigio académico Harvard y otras más. 

En ese sentido dijo, Trump exige que Harvard debería dejar sus exenciones fiscales y pagar impuestos como una entidad política, si continúa haciendo de apoyar ideologías nefastas según él, inspiradas en el terrorismo. Sus reclamos están amparados bajo el pretexto de «seguridad nacional». Así mismo, el mandatario norteamericano dispuso la congelación de los fondos de la universidad por US$2,200 millones de dólares luego de que el director de dicho centro de altos estudios, Alan Garber, rechazara de plano sus exigencias como: revisión del sistema de contrataciones de profesores, admisiones de los estudiantes, adoptar políticas contra el antisemitismo y la ideología woke, que Trump y sus seguidores piensan que han ido demasiado lejos. 

De hecho, el director de la universidad con relación al tema del antisemitismo, ya había tomado protección para estudiantes y profesores judíos, a raíz de la guerra entre Gaza e Israel. 

Garber, manifestó su enfado y dijo que ningún gobierno puede dictarle a una universidad privada sus áreas de estudios, a quién pueden o no contratar o admitir, y qué áreas de investigación y estudio pueden impartir. Pero las exigencias del gobierno de Trump no se limitan solo a Harvard, también otras universidades de élite que fueron escenario de protestas pro-palestinas, como Princeton, Columbia y Northwest. 

Para entender más de las exigencias del gobierno norteamericano, qué exigen ellos: reducir el poder de los estudiantes y miembros de la facultad, reportar a estudiantes ante agencias policiales por faltas de conducta, cesar políticas de contratación basadas en diversidad e inclusión, compartir data de admisiones, sujetas a revisión y reformar las políticas de disciplina. Por ejemplo, en la Universidad de Columbia, éstos aceptaron las exigencias de Trump y su presidenta interina renunció al cargo el pasado mes de marzo. Agentes federales han detenido a estudiantes extranjeros por manifestarse contra la guerra en Gaza y también han revocado visas a ciertos estudiantes. 

Con todo y las amenazas de Trump, la más antigua y rica universidad de Harvard inició la demanda contra el gobierno y lidera una revuelta de universidades contra las exigencias de la Casa Blanca. Tanto así, que cerca de 200 rectores y líderes académicos firman un comunicado contra «la extralimitación sin precedentes del gobierno norteamericano y la interferencia política que amenaza la educación superior estadounidense». 

Según una información publicad en el periódico The New York Times, en el que narra cómo se llego a toda esta situación desde que Trump inició este segundo mandato y empezó a presionar las universidades en Harvard tanto miembros de la junta directiva como grandes donantes habían buscado una forma de negociar y adaptarse a las reclamaciones del republicano. Garber, el rector de Harvard, nombrado por esa junta y uno de sus 13 miembros, incluso se reunión con grandes donantes y antiguos alumnos cercanos al presidente, incluido Jared Kushner, nuero de Trump. 

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