500 títulos definitivos entregó hoy el presidente Danilo Medina a familias de Brisas del Canal en Pizarrete, Las Dunas en Las Calderas, de Peravia, Azua, San Cristóbal y Monte Plata. El plan a diciembre es entregar 10,000 títulos definitivos.
«Una casa sin título es como si no tuviera cédula» asegura Gregorio Martínez, pastor evangélico, de Brisas del Coral en Pizarrete.
David Rosario cuenta que la parcela que ahora tendrá sus títulos definitivos viene arrastrando ese problema desde 1942. ¡Imagínese usted!
Un título es un derecho de propiedad, dicen. “Nos da una capacidad crediticia”.
Están agradecidos del presidente Danilo Medina. Le tienen confianza. Prometió y les cumplió. (Precisamente ayer el Barómetro de Las Américas revelaba que el presidente es como institución la más valorada en el país entre todas las instituciones. Desde que llegó Danilo Medina a la Presidencia de la República a finales de 2014 pasó de 47% a 71.1%, un incremento de más de 50%.
Para avanzar más aún en la política de democratización del crédito que lleva a cabo nuestro gobierno -reconocimiento activo de un derecho ciudadano-, la titulación de propiedades rurales y urbanas es esencial.
El crédito solidario del gobierno –sin garantía prendaria- tiene límites, aquellos que se derivan de su naturaleza. No importa lo oportuno y efectivo que ha sido el FEDA con sus préstamos a asociaciones y cooperativas o los más de 10,000 millones que han prestado Banca Solidaria y Fundación Reservas a microempresarios. Tiene límites.
Tener un título de propiedad es la garantía que abre todas las puertas a los bancos privados.
Que abre las puertas, por ejemplo, para salir de la pobreza o simplemente para acceder al financiamiento que hará posible proyectos productivos que cambiarán vidas, familias y comunidades enteras.
Animado de ese propósito, Danilo Medina creó la Comisión Permanente de Titulación de Terrenos del Estado para que se ocupara de dotar de títulos definitivos de propiedad a dominicanos y dominicanas que, habiendo recibido del Estado dominicano parcelas de tierra o solares para viviendas o que las ocupan desde hace muchísimos años y por muy diversas razones no los tienen.
Llevar adelante su tarea no ha sido cosa fácil para la CPTTE. Registros deficientes, falta de deslindes o el elevado costo de los mismos para las empobrecidas economías de sus propietarios entre otros, ralentizaron lo que inicialmente se vislumbró con mucho optimismo.
La entusiasta cooperación del Instituto Agrario Dominicano (IAD) ha facilitado mucho las cosas.
Una de las medidas que se tomó para avanzar con rapidez en el proceso fue que, en lugar del beneficiario pagar por el deslinde, la CPTTE contratara cinco brigadas técnicas, integradas por un agrimensor, un topógrafo y un auxiliar de topografía cada una para realizar esa labor.
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