La divertida y arriesgada serie «Sex in the City» (1998-2004) dimensionó la carrera de la actriz Sarah Jessica Parker a un nivel que cualquiera desearía alcanzar. La célebre comedia romántica sirvió de argumento para una primera película homónima (2008), en la que Sarah volvía a encarnar a Carrie Bradshaw, la cual funcionó súper bien como para justificar una segunda entrega en el 2010. Todo un lujo.
Más de una década después de lo que fuera un fenómeno de popularidad como sucedió con «Sexo en la ciudad», la actriz vuelve al ruedo de manera convincente en «Divorce», otra comedia de enredos que debutó muy bien en su primera temporada por HBO. Jessica Parker –que también es productora ejecutiva de esta propuesta– se destaca por su estupenda actuación, la cual le mereció una postulación como Mejor actriz de serie de comedia o musical en la pasada entrega de los premios Globos de Oro.
«Divorce», que se estrenó el 9 de octubre y en su primera temporada transmitió 10 episodios, relata la historia de una pareja que sufre los daños colaterales tras iniciar una batalla legal motivada por el divorcio, situación que perjudica significativamente a sus dos hijos adolescentes.
No solo Jessica Parker resalta como actriz en el elenco, en el que brilla con luz propia el patético esposo interpretado por Thomas Haden Church, como Robert, y otros talentos como Molly Shannon y Thalia Balsam, una reencarnación a medias de algunos de los personajes de «Sex and the City». Tracy Letts está a la altura, además.
Lo mejor de «Divorce», cuyos capítulos se escurren entre los dedos de manera imperceptible, es su alta dosis de humor negro, el sarcasmo que literalmente escupen los personajes protagónicos. La creadora de la serie fue Sharon Horgan, quien también comparte créditos de los guiones con Paul Simms (tres episodios), Hayes Davenport (dos), Adam Resnick, Tom Scharpling, Gabrielle Allan y otros escritores más.
La segunda temporada de la serie ha sido confirmada y tiene fecha por definirse para este año.
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