Pocas o contadas veces estoy de acuerdo con el conocido periodista Jaime Bayly, quien, a la sazón, y dando seguimiento como todos al caos de fraude electoral en Venezuela, ejecutado por el dictador Nicolás Maduro y la salida de Edmundo González de Venezuela, dijo que «la huida del candidato ganador de las pasadas elecciones allí, a España, no debió ocurrir tan pronto. Debió esperar más».
Así las cosas, ya el señor González quien se encontraba protegido en la embajada de los Países Bajos en Caracas, desde el día después de los comicios para trasladarse, a la delegación española en Caracas, decidió con intermediación del ex jefe de gobierno español José Rodríguez Zapatero, según ciertas fuentes de esas conversaciones y simpatizante del dictador venezolano, abandonar su país en un avión que hizo escala en nuestra isla, hacia Madrid, España, en calidad de asilado. En estas últimas semanas Edmundo mantuvo conversaciones con España para solicitar la salida ante la represión del régimen de Maduro, que había cursado una orden de arresto.
En ese orden, el ministro de exteriores de Exteriores en España, José Manuel Albares, dijo en una reciente entrevista inmediatamente ocurrió la llegada de Edmundo, que había hablado con el líder venezolano al aterrizar en el país y le confirmó una próxima reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una vez regrese de su gira por China. Lo que no aclaró es el papel que jugó el expresidente Rodríguez Zapatero en la salida de González, aunque fuentes conocedoras de la operación han señalado a distintos medios de comunicación en España, que tuvo un papel determinante en el diálogo.
La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, fue la encargada en su momento de informar que Edmundo González Urrutia había abandonado el país caribeño con un salvoconducto concedido en «aras de la tranquilidad y la paz política». Añadió, además, «esta conducta reafirma el respeto por el derecho que ha primado en la actuación de la República Bolivariana de Venezuela en la comunidad internacional». No se puede ser más cínica…
Es importante recordar que Edmundo no es el único opositor asilado en España. En el año 2022, el líder opositor venezolano Leopoldo López llegó a Madrid, tras abandonar la residencia del embajador español en Caracas, donde permanecía como huésped desde el 30 de abril del 2019, después de participar en un fallido levantamiento militar, junto al presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó. López fue arrestado había sido arrestado en el 2014 y sentenciado a 14 años de cárcel, acusado de encabezar actos violentos en las marchas antigubernamentales que se llevaron a cabo ese año. Otro líder opositor con residencia en Madrid es Antonio Ledezma, antiguo alcalde de Caracas, acusado de conspiración por el gobierno de Maduro. En España también vive el expresidente del Parlamento venezolano Julio Borges.
Con esa decisión del líder de la oposición de Venezuela, Edmundo González Urrutia, pienso que perdió el pueblo venezolano, sus votantes y todo aquel que confía en él y la líder María Corina Machado. No debió salir tan rápido, dejarse amedrentar en tan poco tiempo cuando ya estaba resguardado en una embajada. Había que resistir y luchar después de todo lo alcanzado. Ahora Machado sola continúa levantando el ánimo dentro del ambiente de caos e incertidumbre política en Venezuela. ¿Qué ocurrirá ahora? ¿Regresará Edmundo, como dicen algunos en redes, como Presidente en diciembre o enero?
Mientras la dictadura continua….
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