El Pleno de la Junta Central Electoral (JCE) concluyó su primera “Cumbre Nacional de Mujeres Políticas de la República Dominicana” en ocasión del 80 aniversario del sufragio femenino, con un manifiesto de diez puntos en el que reafirma su compromiso de tomar todas las medidas necesarias para realizar procesos comiciales que garanticen la democracia política paritaria.
El documento contempla que, como órgano administrativo electoral, asume identificar cómo puede intervenir en el delineamiento de diversas variables del sistema electoral, entre ellas el financiamiento político público directo e indirecto, reservas de candidaturas y la forma de presentación de las listas de candidaturas.
Además, impulsar las reformas de modificación a las leyes 33-18, de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos y 15-19, Orgánica de Régimen Electoral, para tener una normativa legal que garantice los derechos políticos y electorales de las mujeres conforme al mandato constitucional.
También, impulsar la adopción, cuando corresponda, de normas, programas y medidas para la prevención, atención, protección, erradicación de la violencia y el acoso político contra las mujeres, que permitan la adecuada sanción y reparación de estos actos, en los ámbitos administrativo, penal y/o electoral.
La cumbre, que se organizó a través de la Comisión de Políticas de Igualdad de Género de la JCE, contó la participación de 18 lideresas nacionales e internacionales, quienes compartieron sus experiencias sobre aspectos relacionados a la paridad transversal a cargos de elección popular, los avances logrados y la detección de las áreas de oportunidad, entre otros temas.
Como invitadas internacionales participaron la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla y la directora del Observatorio Nacional de la Participación Política de la Mujer de Ecuador, Mónica Banega.
En sus palabras de apertura de la cumbre, el presidente de la JCE, Román Jáquez Liranzo, recordó que en 1936 la mujer tuvo un voto simbólico, lo que significaba que como ciudadana de “segunda categoría” su sufragio sería un “experimento” sin consecuencias política electoral alguna.
Casi cuatro años después – agregó -, se le reconoció el derecho al voto tras apreciarse la conveniencia de la reforma constitucional para dotarlas de capacidad política: “No obstante, en la historia democrática nacional, el hombre dominicano tenía casi un siglo ejerciendo sus derechos políticos electorales”.
Dijo que esto da cuenta de la inserción tardía de la mujer dominicana en la deliberación, en tomarles en cuenta como ciudadanas para la promoción de políticas públicas y la toma de decisiones que impacten su esfera de derechos, así como su estereotipado y reducido papel dentro de la sociedad.
Jáquez Liranzo deploró que persisten factores estructurales que impiden o limitan el pleno ejercicio de los derechos políticos de las mujeres, con frases estereotipadas que se usan como escudo de la reticencia machista para invisibilizar, excluir y marginalizar a las féminas políticas dominicanas con la “falsa excusa” de falta de liderazgo político.
“Sin embargo, estamos aquí suscribiendo un nuevo contrato social de democracia política paritaria que no será letra muerta. Requerirá un movimiento activo, articulado para que la paridad política, más allá de la electoral (50-50) de hombres y mujeres en las listas de candidaturas por la que abogamos que sea instituida, tengan características específicas que la conviertan en una paridad fuerte”, afirmó, generando el aplauso de los presentes.
Evidente subrepresentación de las mujeres. La presidenta de Comisión de Políticas de Igualdad de Género de la JCE, Patricia Lorenzo Paniagua, reflexionó que hoy, 80 años después del sufragio femenino, ve con orgullo el camino recorrido.
Reconoció que el derecho al voto fue sin dudas el acontecimiento feminista de mayor trascendencia y la puerta de entrada al ejercicio de todos los derechos civiles y políticos.
“Es indudable que contamos con avances, pero también hay que reconocer que alguno de estos han sido desiguales, basta con mirar la tasa de representación y quienes suelen tomar las decisiones”, argumentó.
En ese sentido, dijo para la JCE esto ha sido y continuará siendo un gran desafío para consolidar la democracia, que atañe a más de la mitad de la población, para asegurar la representatividad y legitimidad del sistema democrático y sus instituciones.
La miembro titular de la JCE indicó existe una evidente subrepresentación de las mujeres, de la que el Estado no puede seguir siendo cómplice, y abogó por enmendar las deudas históricas con diversos colectivos con una reforma a la Ley de Partidos y la de Régimen Electoral.
“En esta primera Cumbre Nacional de Mujeres Políticas, hacemos un llamado a los partidos políticos a fin de asumir un compromiso proactivo y explícito con el principio de igualdad, no descriminación y equidad de género en todo su quehacer”, expresó.
El reto es 50- 50 – exclamó -, al tiempo de resaltar que el compromiso de abrir nuevas sendas de desarrollo para todas las mujeres es imparable, porque “hay mujeres, y muchas”.
Aceptar desafío por una democracia paritaria. “Sí se puede, claro que se puede cuando hay voluntad política”, afirmó la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, sobre la participación de las mujeres en la política. No obstante, reconoció que la lucha a favor de los derechos de la mujer siempre ha sido un camino empinado y lleno de obstáculos.
Durante su intervención en el primer panel de la cumbre, la exmandataria recordó que logró a ser diputada gracias a que se entendió que no bastaba con la cuota.
“Porque sabemos que en los partidos nos hacen trampa, y en lugar de ponernos en los puestos elegibles, nos ponen abajo. Es lo que sigue explicando por qué hoy, en República Dominicana, a pesar de los avances normativos indiscutibles. En las elecciones del 2020 se mantuvo una brecha de 35% entre los puestos que consiguieron las mujeres y los hombres”, argumentó.
Postuló que la República Dominicana no se merece seguir ocupado el lugar 62 de 188 naciones en materia de porcentaje de mujeres que participan en el Congreso Nacional.
Hizo un llamado a trabajar para generar cambios de cara a las elecciones 2024, aceptando el desafío planteado por el presidente de la JCE de establecer un nuevo pacto social por una democracia paritaria.
La paridad no es un tema de las mujeres. En tanto que la directora del Observatorio Nacional de la Participación Política de la Mujer de la República de Ecuador, Monica Banegas, inició su intervención afirmando que la paridad nos es un tema de las mujeres, sino de la democracia.
Enfatizó que las acciones afirmativas y las cuotas de género son necesarias, por lo que saluda la propuesta de la JCE sobre la democracia paritaria de 50-50. En cuanto al feminismo, precisó que no es una ideología, sino una perspectiva, un concepto consustancial a toda democracia, por lo que también debe ser parte de las organizaciones políticas sin importar que sean liberales, conservadoras, de izquierda o progresistas.
“Creo firmemente que si somos el 50% de la población, ese 50% debe y tiene que gobernar”, enfatizó.
La jornada estuvo compuesta por cuatro paneles que iniciaron con un panel magistral titulado “Tendencias, avances y desafíos en la participación política de las mujeres: Desde los procesos electorales hacia la administración pública,” a cargo de la expresidenta de la República de Costa Rica, Laura Chinchilla y la exvicepresidenta y la directora de la Fundación Haciendo Ecuador y del Observatorio Nacional de la Participación Política de la Mujer de la República de este país, Mónica Banegas.
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