Nathalie Hazim es el rostro más visible de una camada de artistas jóvenes que aún están a una distancia considerable de intérpretes establecidos como Wason Brazobán o Pavel Núñez, que debutaron mucho después, pero con estilos relativamente parecidos: enarbolando banderas del pop, la balada, fusiones… Hazim puede ser la punta de este iceberg musical que debajo de sus aguas tratan de emerger Cobi Quintana, Techi Fatule o Máyury Reyna, todas con una propuesta muy distinta al de las otras.
El 21 de febrero del 2013, Nathalie publicó El espejo de tus ojos, un primer disco en el que pudo estar la canción que la premiara con ese gran momento –fama, reconocimiento, conciertos– que espera tener una nueva voz en el mercado. La calidad y la oportuna selección del repertorio de su álbum de debut, sin embargo, premiaron a la artista con un flujo de paciencia, experiencia y madurez, que se pueden apreciar en algunas de las canciones de su segunda propuesta discográfica.
Entre El espejo de tus ojos y Te cuento transcurrieron cuatro años y cinco meses, dos obras muy distintas, con doce canciones en el primero y otras siete en el segundo. La huella del tiempo dejó sus marcas, y ahora tenemos a una Nathalie Hazim más personal, que se toma sus riesgos como lo es esa biografía literaria del «Intro – mis historias», un relato narrado en primera persona con un sabor a soundtrack introductorio para lo que escucharemos en las próximas seis canciones.
Nathalie habla tan bien como canta. «Hace un par de libros que soy más sabia», nos cuenta en «Te cuento», un himno autobiográfico «con sus defectos y sombras», sin duda el tema que más similitud mantiene con algunas de sus propuestas publicadas en el 2013. No es casual que la artista haya escogido esta canción para titular su segundo disco, porque en ella está su marca registrada, parte uniforme de lo mejor de su nuevo trabajo.
Las grabaciones de esta producción llevaron a Nathalie hasta el Studio West, Signature Sound Studio y The Dor Studio en San Diego, California; y al Sonic Ranch Studios en Tornillo, Texas. Porque irse lejos a veces acerca a universos desconocidos, más avanzados, donde se puede ganar experiencia para enriquecer lo aprendido. En «Te di» se siente la delicadeza del piano y las cuerdas; Nathalie suelta a su libre albedrío su espíritu interpretativo, su vena romántica, su sangre de mujer curtida en el calor del trópico.
«No me daba cuenta» es otra balada que describe con claridad el estilo de la artista. Una buena canción. «Inmigrante» es un canto a los que se van, buscando un sueño como destino. «Difícil no fallar» es otro reflejo de canciones que han ido definiendo su personalidad artística y «Apaga la luz» es el cierre a un ritmo más pop, con notas rockeras que sintetizan su pulso contemporáneo. Te cuento es un poco menos que El espejo de tus ojos, aunque no deja de ser un álbum a tomar en cuenta.
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