Aburrida y decepcionante. Atraído más que todo por la sugestividad de un título con gancho, caí en la trampa de creer que encontraría aquí algo divertido, y al menos medianamente interesante.
‘Fantastic Beasts and Where to Find Them’ no tiene en realidad historia alguna que contar, y en su lugar una alucinante, aunque inconsistente e insípida anécdota sirve de excusa para dar rienda suelta a una serie de trucos y escaramuzas.
Como consecuencia, aunque la película introduce nuevos personajes y toda una legión de ‘fantásticas criaturas’ –ninguna de ellas impresiona de hecho –de todas formas exhibe un desarraigo conceptual que no se corresponde con la rica tradición iniciada por Harry Potter and The Sorcerer’s Stone más de 15 años atrás.
Ahora bien, si el único problema de Fantastic Beasts and Where to Find Them fuera el hecho de que su relato no entretiene ni interesa al público –tal vez los niños se diviertan con él– la película estaría entonces casi bien.
Sin embargo, aún más grave todavía es la falta de carisma del personaje central Newt Scamander (Eddie Redmayne), quien arriba a New York en 1926 con una maleta repleta de extravagantes criaturas. La actuación de Redmayne, quien se comporta como un adolescente tierno, pero tímido e inseguro de como encajar en un mundo en el que no cree pertenecer, está muy lejos de ser de lo mejor que el actor puede ofrecer.
Una escena de «Fantastic Beasts and Where to Find Them».
Su personaje, al igual que el resto del elenco, con la excepción quizás del actor Dan Fogler –el inesperado, cándido y cómico compañero de nuestro héroe de turno– no inspira, a nadie intriga o atrae en uno u otro sentido.
Asimismo, Fantastic Beasts and Where to Find Them nunca alcanza el nivel de magia y espectáculo que su título y los antecedentes de la historia, el exuberante universo mágico de Harry Potter; prometían. El mejor ejemplo de esto es cómo la magia, al cierre del film, puede restaurar o transformarlo todo.
En fin, la película concluye como un sobrecargado e incoherente intento –abundan las subtramas y criaturas sin propósito– por lanzar o establecer una nueva franquicia cinematográfica.
El film contiene uno que otro momento que en ocasiones levantan el ánimo –solo el diseño de producción, con sus decorados y escenografía, merecen aquí mención aparte– pero en general Fantastic Beasts and Where to Find Them precisa del suficiente vigor, gracia o empatía como para concitar el aplauso.
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