Este año brinda un escenario propicio para reflexiones ciudadanas fundamentales, pues se trata de un interregno electoral que marca el fin de un período constitucional y de la primera década y media del siglo 21, dentro de la cual un partido ha gobernado el 75% del tiempo transcurrido.
Es especial el año por cuanto esa misma organización política tiene un candidato presidencial que ha decidido buscar la reelección luego de una reforma constitucional que, al margen de cualquier negocio conexo, la mayoría deseó.
El ajedrez de las asociaciones políticas, las rupturas con aliados, la suscripción de nuevos pactos que, en cierta forma, nos dejan atónitos y una oposición con proyectos de poder atomizados, forman parte del menú electoral de 2016, que nos lleva a una pregunta ineludible: ¿Cuál es la novedad?
Sin dejar de lado que una porción importante de la oposición cuenta con acólitos que ya gobernaron, son de triste recordación y hasta se graduaron en “diabluras” cuando, iniciando la centuria, metieron al país en un berenjenal con la quiebra de tres bancos y una gestión fiscal alocada cuyo costo arrastramos todavía hoy.
Es el momento, pues, de activar la conciencia cívica y asumir un ejercicio de ciudadanía responsable para trazar el camino en firme de nuestro destino como nación, sin olvidar que desde el inicio de la llamada era democrática andamos dando tumbos, en una suerte de vaivén, aunque con cambios indudables que debemos evaluar sin pasión ni acomodamiento partidario.
¿Es usted hoy menos pobre? ¿Tenemos más o menos equidad social? ¿Ha elevado su nivel de vida? ¿Ha mejorado la seguridad pública? ¿Ha subido la calidad y la confianza en los servicios públicos básicos? ¿Hay menos corrupción? ¿Tenemos más empleo?
¿Es notable el desarrollo de las infraestrucuras? ¿Ha permanecido estable la economía? ¿Tenemos un sistema fiscal justo, progresivo y efectivo? ¿Funciona la justicia? ¿Es adecuado el clima de negocios? ¿Se maneja el presupuesto del Estado con pulcritud? ¿Avanzan la salud y la educación? ¿Tenemos un transporte público decente y competitivo? ¿Es efectiva la seguridad social?
Responda y decida usted el rumbo político del país. Hágalo sin ataduras. Sea dueño del poder que dan las urnas para ratificar, quitar y poner.
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