El pulso de la campaña interna en el Partido Revolucionario Moderno acelera el ritmo. La cadencia de las parejas que van acercándose a la pista manifiestan un son de amor y odio que incide en la dinámica de ministerios, direcciones y demás dependencias gubernamentales. El radio de mayor actividad se registra en los predios del Congreso Nacional –saltándonos el influyente poder municipal– donde los aspirantes intentan sacar músculos para marcar territorio.
Pero antes del 2028 está el 2026, año que marca la hora para la renovación de las estructuras y el liderazgo del partido en el Gobierno. La exitosa fórmula acordada entre Luis Abinader e Hipólito Mejía resultó a pedir de boca en los últimos procesos: la presidencia reservada a la tendencia liderada por el primero y la secretaría general para la corriente de Papá.
Con Luis Abinader traspasando la cuenta regresiva para su salida de Palacio, todo apunta a que asumirá la presidencia del PRM, como una jugada política para conservar su poder de incidencia, y el expresidente Hipólito Mejía bendiciendo a la sucesora de la alcaldesa Carolina Mejía, también cerrando su ciclo en la secretaría general, siempre que sobreviva al orden institucional la referida fórmula.
Cada quien en lo suyo, con la fogosa alcaldesa del Distrito Nacional en un ir y venir que no se detiene, cerrando acuerdos y consolidando apoyo para su proyecto presidencial. Es desde el epicentro de La Feria que se manifiestan voces legislativas que empiezan a cantar bonito a favor de… sin daños a terceros, en teoría. Diputados honorables honran respaldos indistintamente para Carolina, y otros indecisos o que andaban «sueltos al garete», cierran fila con el todopoderoso director de Aduanas, Eduardo Sanz Lovatón.
Dilenia Santos, diputada por Santiago y directora regional en Aduanas –como era de esperarse– se inscribió en la facción que impulsa a Yayo para asumir la candidatura presidencial del PRM; decisión que también hizo pública ayer Ángela Rodríguez, representante de Valverde. Eso se difundió el pasado martes, pero ayer hacía lo propio Carolyn Mercedes de la Cruz, representante en la circunscripción uno de La Vega, diputada que está trabajando en el proyecto de la alcaldesa del Distrito.
No podría certificar que estos perfiles estuvieron en un momento en la acera que domina el ministro de Turismo, David Collado, hombre fuerte en los predios de la Cámara Baja, con Aníbal Díaz –el incansable diputado de la Capital– liderando las tropas perremeístas en ese cambiante cuerpo político. Apunta el lápiz que se escribe una batalla sin cuartel entre las facciones en franca carpintería para competir en cualquier escenario, previo a la celebración de las elecciones internas para renovar los cuadros del PRM el año próximo.
Esto explica que cada decreto se preste a lecturas indistintas, ya que el escrutinio de cada sector interpreta a su manera de dónde proviene el beneficiario. Nada fácil para quien lidera el Poder Ejecutivo. Mantener agrupada y cohesionada a las tropas que se alistan para una tercera guerra electoral consecutiva –con vocación de retener el poder– impone un esfuerzo casi religioso, a expensas de que muchos de los fieles tienen antecedentes clarísimos de infidelidad partidaria.
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