El merengue no puede descansar sobre los hombros de las orquestas lideradas por artistas que en promedio sobrepasan los 45 años de edad, requiere de manejadores más preparados que conozcan los códigos de la industria a nivel internacional y, naturalmente, debe crear un nuevo sonido, para que el ritmo nacional pueda competir en los grandes escenarios y mercados extranjeros.
Así piensa Pochy Familia, creador junto a Kinito Méndez del fenómeno La Cocoband, quien reiteró lo que desde hace muchos año se viene esperando por parte de los exponentes del ritmo: es necesario que surjan nuevas figuras jóvenes que impriman al merengue otros aires.
«Los merengueros deben ganarse el segmento que sustenta la música que representan los niños, la juventud y adolescentes, que en estos tiempos andan con teléfonos celulares con 500 canciones, o un iPod, y nosotros debemos conquistar esos segmentos, que se interesen por nuestra música. Pero grabando con el mismo estilo de hace 20 y 30 años nunca nos ganaremos ese público», argumentó el artista.
El líder de La Cocoband agotó un turno en la segunda edición de «Música entre libros», la tertulia celebrada la noche del jueves en la Biblioteca Juan Bosch de Funglode, coordinada por el periodista Máximo Jiménez, en la que también participaron el ex presidente de Acroarte, Fausto Polanco y el director de Supra FM, Joel Henríquez.
Los tres panelistas, que abordaron el tema la «Prospectiva del merengue». En cuanto a los aspectos de la radio, Henríquez entiende que los artistas han ido perdiendo terreno en este medio porque se han alejado de los fundamentos que cimentaron una estrecha y efectiva relación entre promotores y merengueros.
«Ya los artistas no se interesan en tener contacto con los locutores y directores de radio, la música nos llega por internet y eso ha provocado una frialdad entre todos, salvo algunas excepciones. Los merengueros deben entender que la música es una industria que produce millones de pesos y contribuye a la economía dominicana, por lo tanto hay que trabajar para que la misma siga funcionando con éxito», comentó el locutor.
En tanto que Fausto Polanco, que abordó la relación de los merengueros con los medios de comunicación, entiende que «los periodistas juegan un rol fundamental en la proyección no solo de las nuevas figuras, sino también de los artistas establecidos, para que estos sigan vigentes y generen interés entre el público. Es muy importante que los líderes de orquestas capitalicen, y no descuiden, el trabajo primordial que se hace desde un periódico, un medio digital, las redes sociales, la televisión y la radio».
De su lado, Pochy Familia enfatizó sobre la necesidad de crear círculos académicos donde se puedan capacitar sobre las diferentes ramas vinculadas a la industria de la música. «No puede ser que en estos tiempos todavía tengamos mánagers que ni siquiera saben manejar la tecnología, dígase el internet, o que no saben en cuánto pueden vender a un artista en el mercado internacional, porque no manejan el conocimiento. Es importantísimo que en el país, y Funglode puede ser un punto de partida, se empiece a capacitar en el music business, porque es una industria en constante movimiento, que no se detiene y genera recursos millonarios a la economía».
«Música entre libros» es una iniciativa que también cuenta con el apoyo de la directora de la Biblioteca Juan Bosch, Aida Montero, y Kelvin Mejía, director de Radio Funglode.
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