Pudiéramos escribir una tesis sobre esa mirada hipnotizante, ese gesto que paralizó la imagen y captó a Hony Estrella en su esencia femenina. Féminas y masculinos analizan la pose (¡vaya que las poses sí que están de moda!), esa que inmortalizó a la talentosa actriz y presentadora de la pantalla chica.
Hony sabe brillar como una estrella, cuando le apetece. Cuando no es tan mala como muchas creen que es, cuando los ángeles vuelan a su alrededor y la vida le sonríe como en estos últimos días. Nada de rachas negativa (repréndelos, Señor).
Y así nos gusta contemplarla, elucubrar sobre el trasfondo de una mirada inquietante, que siembra incertidumbre donde hay paz y armonía. Armonicemos todos: que Hony Estrella sea como es, no para bien ni para mal, sino para que sea lo que le apetece. Total.
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