¡Otro voto de confianza! Por qué no. El magistrado Román Jáquez Liranzo, franqueado por el mismo pleno que pierde sólo una de sus integrantes, está confirmado para presidir la Junta Central Electoral por otros cuatro años. El Senado de la República sintonizó en la sesión celebrada ayer con el sentir casi unánime de la ciudadanía, que cerró fila con los favorables resultados, sobre todo, del proceso organizativo de las pasadas elecciones municipales, congresuales y presidenciales.
Los senadores dieron la espalda a la jueza titular Patricia Lorenzo que se sometió al proceso en busca de su reconfirmación. No fue así. Jáquez Liranzo trillará el mismo recorrido que inició el 11 de noviembre del 2020 de la mano de Rafael Armando Vallejo Santelises, Samir Chamí Isa, Dolores Altagracia Fernández Sánchez e Hirayda Marcelle Fernández que asciende desde el puesto de suplente. La decisión se corresponde con el trabajo que fue mucho más allá de organizar unas elecciones, porque durante estos cuatro años, el pleno en funciones llevó a cabo una labor encomiable, organizada, calendarizada, sistemática y responsable. Por sobre todas las cosas, con mucha responsabilidad.
Otros suplentes que resultaron electos para reemplazar a quienes no lograron su reconfirmación, tendrán la oportunidad de servir más allá de sus responsabilidades, como dispuso el magistrado Román Jáquez, atribuyéndoles una agenda activa, y en muchos casos, que rindió sus frutos para que el colectivo pudiera concluir con éxito su mayor reto: devolver la credibilidad al organismo electoral. Crédito a la labor de los comisionados del Senado, equipo que encabezó el legislador Julito Fulcar, apegado a los preceptos institucionales.
El plano que será juramentado para otros cuatro años iniciará una nueva gestión con la experiencia ganada en su primer período. Hay desafíos por delante, complejidades que ameritan ser simplificadas, mejorar procesos para eficientizar y abaratar el costo del costosísimo precio que supone todo proceso relacionado con la política, la campaña, las elecciones. El país apuesta a controles más efectivos, a una institución que siga trabajando como hasta ahora lo ha hecho esta administración. Darle ¡otro voto de confianza! fue una decisión sabia. Gana el país y el espectro político. Adelante, pues, sin pausa.
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