22/11/2024
Nacionales

Osvaldo Santana: “En República Dominicana, ejercer el periodismo es un privilegio”

“En República Dominicana, ejercer el periodismo es un privilegio; en otras latitudes, puede costar la vida”. La afirmación la hizo el consagrado comunicador Osvaldo Santana al recibir el Premio Nacional de Periodismo 2017.

Durante la emotiva ceremonia de entrega, encabezada por el presidente Danilo Medina, en el Salón Las Cariátides del Palacio Nacional, citó el caso de los periodistas mexicanos.

“Los periodistas mexicanos están luchando por la vida. Nueve periodistas han sido asesinados este año. En 2016 abatieron once. Ayer, 39 medios de comunicación emitieron un comunicado en el que denunciaron la dramática inseguridad que sufren por acciones del narcotráfico o por cuenta de funcionarios corruptos”.

Expresó que, en República Dominicana, esos tiempos han quedado atrás. “Disfrutamos de un ambiente de libertad y tolerancia, lo cual debemos admitir”.

Puntualizó que “de todos modos, para alcanzar el peldaño en que nos encontramos, hemos acompañado al pueblo dominicano en sus luchas por la democracia y la libertad. En cada época, los periodistas han realizado sus aportes, incluso, con su sangre”.

“Pero esa lucha de los dominicanos ha sido parte de la larga cadena de eventos que ha debido protagonizar la humanidad para que impere la justicia, y vivamos un mundo de mayor equidad que todavía nos empeñamos en construir”.

En ese contexto, valoró la libertad de expresión como un producto social e histórico que se establece en la medida en que la civilización humana alcanza niveles de convivencia afirmados en los valores de la cultura democrática.

“Asumirla como un valor de la democracia ha sido la suma de las luchas sociales para el establecimiento de un régimen fundamentado en la justicia social”.

Herramienta para el conocimiento y análisis crítico

Abogó por propiciar un ambiente que fomente el flujo y al acceso de información de parte de los ciudadanos, para que se constituya en una herramienta para el conocimiento y para el análisis crítico.

Osvaldo Santana junto a algunos de sus familiares.

“Lo anterior se afirma en el criterio de que en la democracia el gobierno debe ser un reflejo del sentir de la mayoría de la población, y como tal, queda sometido a su vigilancia y control. Es el principio de la soberanía popular de donde dimana el poder”.

Planteó que, en esa perspectiva, la libertad de expresión no es una concesión, sino un producto sustentado en la creación de instituciones, la primera de todas, el Estado, que se afirma en la ley fundamental, que es la Constitución de la República y en las leyes adjetivas que le dan forma y sustento.

“La Constitución garantiza su permanencia y continuidad, y va a depender de la fortaleza de las instituciones, amparadas en un amplio campo legal”.

Libertad de expresión. Explicó que, para llegar a ese estadio, ha sido necesario superar barreras para dejar atrás las formas opresivas de dominación, mediante las cuales los gobiernos de fuerza ejecutaban políticas arbitrarias, sin considerar los derechos de las personas.

En ese sentido, citó una serie de hitos: el vencimiento de la esclavitud, la erradicación de la servidumbre medieval y el gradual establecimiento de regímenes de derechos sociales y políticos que respetan la condición humana.

De igual modo, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, del 26 de agosto de 1789, en Francia.

“Afirmó los paradigmas libertarios que casi en paralelo se incubaban en los Estados Unidos. Todo el articulado de esa declaración implica un nuevo estadio de libertad y fundamento para el desarrollo de la democracia”.

Otro hito mencionado por Osvaldo fue la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948.

“Constituyó un antes y un después, y sentó las bases para el fortalecimiento de la democracia a nivel global, y con ella, todo un sistema de derechos y valores esenciales para los seres humanos. Es un estatuto de derechos, que marcó una nueva etapa en la civilización de la humanidad”.

Asimismo, el Pacto Internacional sobre los Derechos Civiles y Políticos aprobado por la resolución del 16 de diciembre de 1966, por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

“Se expresa en términos similares, pero recuerda que el ejercicio del derecho a la libertad de expresión ‘entraña deberes y responsabilidades especiales’”.

Santana destacó, además, la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, conocida también como Pacto de San José, Costa Rica y la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión adoptada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en octubre del año 2000.

En el caso de la Constitución dominicana, hizo mención del artículo 49 sobre la libertad de expresión e información: “Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, ideas y opiniones, por cualquier medio, sin que pueda establecerse censura previa”.

“Todo este legado de la humanidad al campo del ejercicio de los derechos debe ser profundizado. Debemos seguir construyendo nuevos espacios para avanzar en el ejercicio de las libertades y no deberían existir medios que se constituyan en mecanismos de presión que tiendan a limitarlas”.

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