Redacción PhotoNews
Tiempos de tempestades, lluvia… días negros para Omega y su mambo violento, quien fuera hasta hace poco más de un año el exponente urbano más popular del género. El cantante es noticia más por sus escándalos judiciales que por la pegada de sus pegajosas canciones que ya no lo son tanto.
La semana inició poco halagüeña para el intérprete de «Si no me amas». Un lunes negrísimo que amaneció con él preso en el Palacio de Justicia de Santiago, donde deberá permanecer involuntariamente por orden de la jueza Ingrid Liberato, de la Segunda Sala Penal que dictó medida de coerción imponiéndole un impedimento de salida del país y el pago de tres millones de fianza.
Menos conocido por su nombre de pila, Antonio Peter de la Rosa, Omega había sido favorecido por la justicia de Santiago, donde se le había juzgado por el mismo caso, con una libertad bajo fianza que terminó este lunes, y al entonces pago de un millón de pesos de fianza. Todo el acuerdo que posibilitó su liberación se vino abajo con el polémico cantante no asistió a ninguna de las citas establecidas por las autoridades judiciales.
El cantante fue demandado por incumplimiento de contrato por el empresario artístico Roberto Antonio Liriano Santana (Edwin). Por este caso, se le declaró en rebeldía el 4 de julio del 2012, y posteriormente apresado en octubre de ese mismo año. Logró su libertad cuando se le levantó el cargo de rebeldía dictado por Libertado, la misma jueza que lleva el caso actualmente.
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