Nueva York. La vicepresidenta de la República Dominicana, Margarita Cedeño, sostuvo que el país trabaja para enfrentar los escollos que limitan a la mujer en cuanto a la participación laboral, carga de trabajo no remunerado, desocupación y brecha salarial a través de un Piso de Protección Social e Igualdad de Género que garantice esos derechos.
En el panel “Protección social para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Propuestas hacia su adecuado financiamiento”, realizado en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Vicemandataria señaló que desde el Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales (GCPS) se impulsan propuestas de reforma de legislaciones en torno a la seguridad social, implementar pensiones solidarias, mejorar la calidad de los servicios, el financiamiento de programas de protección social, ampliar los existentes, entre otras.
Dijo que los costos de cada una de las recomendaciones del Piso de Protección Social no superan el uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que quedaría ampliamente cubierto por el aumento que generaría en la economía la plena integración femenina en los mercados de trabajo.
“Poco a poco estamos logrando que los sistemas se adapten para incorporar con determinación la perspectiva de género y dejar atrás la tradicional división sexual del trabajo. Muestra de ello es la expansión de los programas de corresponsabilidades de cuidados de la niñez y el amplio enfoque hacia la creación de capacidades para las mujeres”, sostuvo en la reunión que es parte del 63 período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU.
Precisó que el Piso de Protección Social, que tiene como base la Constitución de la República Dominicana, busca validar el enfoque de género de los programas sociales para ir más allá del lenguaje inclusivo. Puntualizó que el ordenamiento jurídico dominicano eleva esas garantías como un derecho fundamental a todos los ciudadanos.
“Como país que ha adoptado al más alto nivel el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), hemos incorporado un amplio número de novedosas iniciativas para la articulación y coordinación de políticas públicas que buscan disminuir la pobreza, dotar de calidad los sistemas de salud, la seguridad social y la educación, y una hoja de ruta para la seguridad alimentaria, todas con un amplio enfoque de género”, expresó.
Detalló que para elaborar esas políticas públicas el país hizo acopio del informe “Combatiendo la desigualdad desde lo básico. Piso de protección social e igualdad de género”, presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONU Mujeres, tras lo cual se evaluaron los programas, servicios e infraestructuras, se hicieron consultas nacionales, costeo de prioridades y escenarios para elaborar el plan de acción.
Puntualizó que el sistema de protección dominicano incluye las transferencias monetarias condicionadas a la población más vulnerable, a través del programa Progresando con Solidaridad (Prosoli), que tiene un 86 por ciento de cobertura, se trabaja en escalonar la protección social y cerrar la brecha de empleabilidad; el sistema dominicano cubre salud, pensiones y riesgos laborales que llega al 76 por ciento de la población; y un conjunto de prestaciones como el desayuno y alimentación escolar, tanda extendida y estancias infantiles.
El gran desafío. La también coordinadora del GCPS aseguró que el gran desafío del siglo XXI es impulsar un crecimiento económico que traiga consigo desarrollo humano con inclusión y justicia social, especialmente para las mujeres.
“No aspiramos a un mundo donde la mujer sea más que el hombre. Aspiramos a un mundo donde podemos caminar juntos, hombro con hombro, hacia el desarrollo individual y colectivo de la humanidad. No podemos desfallecer en nuestro propósito, que es lograr la igualdad, ni más, ni menos”, señaló.
Explicó que cerrar la brecha de género a nivel mundial generaría un crecimiento económico de hasta 12 trillones de dólares y que eliminar la discriminación salarial por género añadiría 10 billones a la economía global.
Lamentó que aunque existen pruebas de los beneficios económicos de la igualdad aún persisten las resistencias y prácticas injustas. “El techo de cristal, el piso pegadizo, las escleras rotas y las paredes de madera que nos rodean obstaculizan que la mujer haga un mayor aporte al desarrollo de la economía”, indicó en la actividad organizada por los gobiernos de República Dominicana, El Salvador, Uruguay y el Consejo Nórdico, con el auspicio de ONU Mujeres, la OIT y el PNUD.
El panel tiene el objetivo de servir de espacio para reflexionar y compartir experiencias sobre el adecuado financiamiento de las políticas de protección social, su contribución a la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres y las niñas, tomando en cuenta las necesidades de la población en los diferentes momentos de ciclo de vida.
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