Cuando su música comenzó a escucharse con mayor insistencia en la radio nacional puse especial atención en su forma de cantar, lo hermoso de las melodías que acompañaban unas letras que encierran amor, esperanza, felicidad y alegría.
Y aunque no soy amante del café, escuché en voz de Manerra que «ese sabor a café, mantequilla y calma.. eres la obsesión del sol en la mañana. Son tus besos mantequilla y café», que sin dudas me motivó a más de un sorbo sin que eso implica remordimiento.
Esa sensación tan especial que sucede cuando una persona escucha una buena canción, con arreglos que la hacen aún más sublime es lo que experimentó doña Ivelisse.
Una fanática de la música de este artista que apenas tiene cuatro años oficialmente en los escenarios dominicanos y ya se ha ganado el respeto de muchos otros veteranos de la escena musical y del público, que al final es el más exigente.
A propósito de que este mes que casi termina, octubre, nos permite recordar la lucha en pos de la prevención de una enfermedad que nos arrebata tantas vidas como el cáncer, el autor de “Curita” no se podía quedar en la actividad que organizamos cada año para promover esperanza y el autocuidado y que en esta ocasión se llevó a cabo en la sala Aída Bonelly del Teatro Nacional.
«Dios me puso en este camino para hacer música hace cuatro años, pasaron muchas cosas, lo perdí todo. Lo único que pude conservar en medio de toda esa situación fue un piano y comencé a escribir canciones con la idea de que otros cantantes la cantaran. Nadie me hizo caso y tuve que comenzar a interpretar mis propias canciones y ponerle voz. Las canciones comenzaron a correr y se comenzaron a abrirse las puertas», comenzó a testimoniar el artista oriundo de Santo Domingo con evidente influencia de la fusión musical y ritmos tropicales.
En ese andar con su grupo de presentación en presentación llegó el día de conocer a una fanática especial (doña Ivelisse), llegó a Puerto Plata, donde confiesa que escuchar a esta mujer le cambió la vida.
«Ella se me acerca y veo que llega con una gorra, me dice que sus hijos la llevaron porque era un regalo de cumpleaños y aquí estoy. Me dice que ella me quería confesar lo siguiente. –Yo estoy atravesando un proceso de quimioterapia y yo he deseado tantas veces que el Señor me lleve a su presencia, sin embargo, en tú música yo he encontrado ánimo y fuerzas para vivir–», cuenta a las más de cien mujeres que asistieron a este encuentro en el que la sicóloga Ligia Valenzuela era la conferencista principal.
Sigue contando Manerra: «Cuando ella me dijo eso mirándome a los ojos, comencé a llorar. Le dije no a doña Ivelisse, eso no se trata de mis canciones, de mi música, eso se trata de Dios, de ese poder de Dios que no termina. Las canciones terminan menos el poder y el amor del Señor», le contestó el artista a la fanática que atravesaba uno de los momentos más difíciles de su vida, un diagnóstico de cáncer.
Para sorpresa del intérprete de “Vestida de flores”, en su regreso a Puerto Plata, hace unos seis meses, doña Ive, estaba sentada en primera fila y volvió a entregarle un testimonio de amor y fuerza.
«La ví con más fuerzas que nunca y me dijo -y ahora tengo mi melena-», sonrió lleno de emoción y miró a la banda para que sonara la melodía e interpretar la canción que le pidió la primera vez que ella fue a un show de Manuel Vásquez conocido artísticamente como Manerra, Curita.
“Curita bendita le pusiste niña a mi alma. A mi alma trasnochada. Bendita Brisita que entró por mi ventana. Y transformó la casa” llenando la sala de esa especial esencia que puede provocar escuchar una buena música.
Más de Manerra
Manuel Vásquez (Manerra) nació en Santo Domingo en un hogar donde la música ha jugado un papel fundamental en la familia. Desde temprana edad mostró su pasión por la música y los ritmos afroantillanos.
«En casa se escuchaban artistas como Rafael Solano,Rubén Blades, Cheo Feliciano, Pablo Milanés, Juan Luis Guerra, Alberto Cortez, Jose Antonio Mendez,Celina,Lucecita Benitez, Jobim,Juan Lockward, Richie Ray y Bobby Cruz entre otros. Básicamente era parte del playlist de mis padres los fines de semana».
Estudió piano popular en el Conservatorio Nacional de Música de Santo Domingo. También se graduó como abogado de la Universidad Iberoamericana UNIBE.
Trabajó por una década en la dirección de estaciones de radio religiosas y convencionales, participando además como conductor, productor de talk shows diarios,compositor de jingles y copywriter de comerciales.
Manerra ha sido incluido en la prestigiosa lista de ¨Los más creativos del 2022¨ de la revista Forbes donde figuran personalidades del nivel de Soledad Álvarez, Juan Luis Guerra, Michel Camilo, Mónica Varela entre otros.
Lo que dicen los expertos
Estudios han demostrado que escuchar música puede ayudar a reducir la percepción del dolor y el malestar en personas con cáncer.
La música puede actuar como una distracción, desviando la atención del dolor y permitiendo que las personas se relajen y se sientan más cómodas.
La musicoterapia no puede curar, tratar ni prevenir ningún tipo de enfermedad, incluido el cáncer . Sin embargo, algunas investigaciones demuestran que la musicoterapia puede ayudar a las personas con cáncer a reducir su ansiedad. También podría ayudar a mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas y los efectos secundarios.
La musicoterapia forma parte de las llamadas terapias alternativas o complementarias. En este caso el término complementarias parece más adecuado porque es un tipo de tratamiento que complementa otros. Consiste en escuchar música, tocar un instrumento o cantar con una finalidad terapéutica. Es destacable que el paciente establece una comunicación interpersonal con el terapeuta a través de la música.
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