El populismo de derecho o de izquierda es una práctica política que la comparo con una enfermedad.
Esta forma de gobernar con tintes ideológicos no definidos pero sí sobre la base de promesas que nunca se cumplan dizque a favor de los más pobres ha hecho mucho daño a los regímenes políticos que lo practican pero más a los pueblos donde se gobierna.
Ahí tenemos México, Venezuela, Colombia, amparados en dictaduras como las de Nicaragua o Cuba no tienen ningún futuro económico a menos que no sea la represión y la falta de libertades para los pueblos.
El gobierno dominicano ha convocado para el año próximo la denominad Cumbre de las Américas que no es más que una reunión de jefes de estados y de gobiernos de las américas para discutir de negocios e inversiones y tal vez algunos acuerdos políticos.
Este evento tiene la cobertura del gobierno de los Estados Unidos de América que lo patrocina y es la fuente de inversiones más fuerte de todo el continente.
Bueno, y ha pasado en otras ocasiones por otros organizadores Cuba, Nicaragua y ahora Venezuela, países regidos por gobiernos dictatoriales o violadores de los derechos humanos no han sido invitados a la Cumbre.
Ya el Presidente Luis Abinader explicó cuáles han sido los motivos, sin embargo sus socios ideológicos y populistas de México y Venezuela han dicho que no vendrán a la actividad.
Esta es parte de una estrategia de esos gobiernos por boicotear la Cumbre de las Américas bajo alegado de solidaridad con regímenes que ellos consideran afines.

Esto no es más que doble moral, todo tiene como fondo un supuesto anti norte americanismo del cual disfrutan en la práctica de sus inversiones y negocios que tanto como naciones y de manera individual mantienen con la nación norteamericana.
Lo que está pasando en Colombia da pena, con un presidente que más bien parece que tiene problemas mentales cada vez que habla ante el público en sus mítines en esa nación.
Ahora quiere hacer un referéndum para cambiar las reglas del juego y ponerlas a su favor como ha pasado en Venezuela, Nicaragua y México.
La frase de que las naciones tienen los gobiernos que se merecen cabe muy bien en Colombia donde para nada Gustavo Petro ha hecho nada que valga la pena.
En México ya vemos que los Morena están imponiendo sus criterios populistas hasta desbaratar las instituciones tradicionales de ese país.
Nicaragua cuyo gobernante paso de revolucionario a dictador engañó a todos aquellos solidarios que lucharon por la libertad ahora Daniel Ortega su mujer y su familia son dueños de todo el quehacer de ese país centroamericano.
Venezuela es el mejor ejemplo de un gobierno mafioso y fraudulento que se cree sus propias mentiras con el apoyo de algunos que ven en esa forma de mantener el poder la mejor manera de explotar a la población.
En por ahí andamos y es mejor que ningunos de esos oportunistas vengan al país porque finalmente no vendrían a nada positivo.
Al gobierno dominicano que siga montando su Cumbre de las Américas apostando por el éxito de este encuentro continental.



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