La destitución de dos funcionarios de la administración pública debido al apagón general que sucedió hace algunos días en todo el país algo que se veía venir. Las deficiencias en los servicios del Metro de Santo Domingo son evidentes desde hace años, nadie toma medidas preventivas para subsanar esa situación. Pero igual pasa en las redes de distribución de energía eléctrica, de mal en peor cada día.
La caída en desgracia de los dos funcionarios que gestionaban esas instituciones es solo la punta de iceberg de lo que sucede en varios ministerios y direcciones generales. De hecho, no se debe esperar que se origine un hecho mayor para tomar medidas de castigos a funcionarios públicos que no hacen su trabajo, sino ver casos de atención incluso ante denuncias públicas.
Hay que castigar las malas gestiones en la administración pública, pero tomar medidas preventivas es más positivo. Los resultados negativos en términos de imagen para el gobierno y el presidente de la República son altamente peligrosos cuando por un error u otro se tiene que destituir un funcionario cuando las cosas han salido mal. Por eso es mejor prevenir que lamentar y en el caso del apagón general, las fallas en el Metro y la distribución de la energía eléctrica son elementos a tomar en cuenta.
Todavía faltan tres años de gobierno y le queda mucho por hacer al presidente Luis Abinader por tanto tomar medidas preventivas sería lo mejor por su imagen y la del partido en el poder. La ciudadanía está cansada de tantos problemas y me parece que el presidente también por lo que errores como lo del apagón general no debe pasar desapercibidos. Muchos funcionarios se acomodan a sus funciones sin tomar en cuenta que en este país todo es prioridad, es decir hay tantos problemas sin resolver que la población no aguanta más sobresaltos.
De ahí entonces que la disciplina y responsabilidad laboral de cada persona nombrada en la administración pública no importe su posición, debe ser tomada en cuenta. El presidente hace bien con defenestrar a los funcionarios con bajos niveles de imagen por su inacción en sus funciones públicas. El castigo debe ser, además de que cada persona designada en un cargo de alto nivel debe ser responsable de sus acciones.
Lo que pasó con el apagón general que dejó miles de personas sin servicios de Metro, energía eléctrica y daños originados al comercio en general, no debe suceder. La falta de responsabilidad y comodidad en los cargos obviando las responsabilidades fundamentales deben ser castigadas por tanto el país tiene que seguir y la población no debe ser víctima de malos manejos administrativos.
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