Reino Unido y Francia tuvieron que esperar que Adolfo Hitler invadiera Polonia el 3 de septiembre de 1939 para poder entrar en el conflicto que se había iniciado por las medidas expansionistas de Alemania que en sus momentos también ocupó los sudestes de Checoeslovaquia y luego Austria bajo el pretexto que en esos países había ciudadanos germanos.
Hitler había nacido en Austria país que habla el alemán como idioma por tanto ese fue uno de los raros motivos que llevaron al dictador a invadir ese país.
Mucho antes del inicio de la guerra las naciones democráticas de Europa aparentemente nunca se dieron cuenta de que Hitler había preparado una maquinaria formidable de guerra para armar el conflicto que llevó por delante cientos de millones de vidas humanas y la casi destrucción de todo el llamado viejo continente.
Los europeos ensimismados en sus propias dinámicas no salieron en defensa de los judíos que por seis millones fueron asesinados por las hordas hitlerianas en campos de concentración.
Más bien justificaron su silencio esos crímenes que hoy traen como consecuencia que el Estado de Israel exista a contrapeso de los árabes y que tenga más poder de disuasión debido a sus orígenes existenciales que cualquier nación de la zona rica en petróleo.
Es decir, la necesidad de construir el Estado de Israel vino por los crímenes humanos y de guerra cometidos por Hitler al calor de la Segunda Guerra Mundial permitida por la pasividad de los europeos y hasta por Estados Unidos.
Ahora la situación no es diferente es que Europa ha superado con sus presuntas divisiones muchos niveles de vida, es evidente que la unidad que los agrupa ha eliminado situaciones belicosas entre ellos, pero se han amparado en Estados Unidos y su sombrilla para mantener algunos niveles de defensa principalmente de la antigua Unión Soviética de la que nació su heredera la Rusia de Putin que nunca ha tenido democracia sólida ni creo que la tenga por ahora.
La invasión de Georgia por Putin, luego de Crimea y ahora de Ucrania son los mejores indicios de que una tercera guerra se aproxima, agréguele a eso que dentro de la Unión Europea existen países que prefieren la dictadura estilo Putin que la democracia estilo occidental.
Ahí está el peligro, y ahora con la llegada de Donald Trump al poder las cosas se ponen color de hormiga.
Trump es un antisistema que ha acumulado fortuna y poder al margen de los esquemas formales de la sociedad haciéndose con el poder debido a la decadencia de un sistema que como el de Estados Unidos es permisivo hasta la saciedad.
Una gran crisis se avecina ya sea porque los europeos no acepten ser peones del Estados Unidos de Donald Trump o porque Rusia se haga las de ganar que de seguro continuará ganando terrenos por medio de la guerra como lo hizo Adolfo Hitler, los días lo dirán todo, pero por ahí anda la cosa.
Una derrota humillante de Ucrania por parte de Rusia daría a la oportunidad de Vladimir Putin de seguir agrediendo hasta que las cosas terminen peor de lo peor como en 1945.
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