El Departamento Contra el Crimen Organizado de la Dirección Central de Inteligencia Delictiva (DINTEL) desmantó una banda que se dedicaba al tráfico ilícito de inmigrantes a Estados Unidos y Europa, acción criminal transnacional que materializaban al dotar a los viajeros de pasaportes norteamericanos, europeos y con visas originales que eran robados y luego suplantados con fotos de las personas. También suplantaban tarjetas de residencias norteamericanas.
Tras concretar esta operación clandestina y criminal, ante requerimiento de la Dirección General de Migración, que representaba ingresos de entre 10 y 15 mil dólares, los prevenidos contactaban a cómplices que laboran en Migración de los distintos aeropuertos dominicanos, para que personalmente realizaran los chequeos y facilitarán la salida del país de los pasajeros fraudulentos.
En la operación fueron apresados Rafael Federico Pérez, Rafael Enríquez Feliz, Rosa Reynoso, Elizabeth Reynoso Peralta, Yolanda Cedeño y Gregorio Ortiz Peralta.
Mientras que se encuentran prófugos José Nicanor Vallejo, Bienvenido Guerrero y Ricardo Mejía, quienes desempeñaban funciones de importancia en la organización criminal relacionada con el tráfico ilícito de inmigrantes.
En la operación contra el crimen organizado transnacional participaron, además, la Procuraduría Especializada Contra la Trata y Tráfico de Personas y la Dirección General de Migración. La Policía destacó que los arrestos fueron realizados después de una ardua labor de inteligencia de aproximadamente cinco meses.
La rueda de prensa fue encabezada por el jefe de la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo; el director de Migración, José Ricardo Taveras; el coronel Pablo Arturo Pujols, director Central de Inteligencia Delictiva (Dintel); Alba Corona, fiscal de la Unidad de Trata y Trafico del Distrito Nacional y Jonathan Baró Gutiérrez, Procurador General Adjunto de la Procuraduría Especializada contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y trata de Personas.
El reporte policial indica que los prevenidos y los prófugos obtenían pasaportes de los Estados Unidos y de países de Europa, a los cuales con la utilización de equipos de alta tecnología insertaban fotografías y suplantaban las identidades de las personas víctimas de robos de sus documentos.
Luego de tener el pasaporte listo, los prevenidos y los prófugos, hacían contacto con miembros de la Dirección General de Migración para que realizaran los chequeos (franqueo) de salida de los pasajeros, para que abordaran los aviones y salieran del país sin ninguna dificultad con destinos a diferentes naciones.
Esta organización cobraba a cada pasajero una suma de dinero que oscila entre US$10 y 15,000 dólares estadunidenses.
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