26/07/2025
Notas al Vuelo

La noche más inspiradora del año

Este 23 de julio se llevó a cabo la segunda edición del Premio Mujeres que Inspiran, un evento que, más allá de una alfombra, una estatuilla o un discurso, se convirtió en una experiencia colectiva de reconocimiento, memoria y sensibilidad.

En una época en la que lo urgente suele desplazar a lo importante, tener un espacio para detenernos a observar lo valioso que florece entre nosotros es, en sí mismo, un acto de resistencia. Este premio no solo celebra logros individuales, también nos recuerda que hay historias que merecen ser contadas en voz alta, y otras tantas que cobran vida solo cuando alguien se atreve a iluminarlas.

Cada categoría, cada nombre mencionado, cada testimonio proyectado en pantalla o compartido en el escenario, funcionó como una pequeña chispa. Y no hablo de esa inspiración motivacional y pasajera, sino de la que transforma miradas, desafía inercias y siembra nuevas posibilidades. Porque cuando, como en este caso, una mujer es visibilizada por su impacto, ya sea desde la ciencia, el arte, la educación, la empresa, los medios, el activismo o cualquier otro frente, otras muchas se atreven también a comenzar.

A menudo subestimamos el poder de la inspiración. Pensamos que es cosa de grandes gestas, de figuras inalcanzables o momentos perfectos. Pero esta noche nos recordó que la inspiración puede estar al lado nuestro: en una madre que no se rinde, en una joven que se atreve a romper esquemas, en una profesional que decide volver a empezar, o en una comunidad que se transforma gracias al trabajo incansable de una mujer comprometida.

Es justo en eso donde radica la fuerza del Premio Mujeres que Inspiran: en evidenciar que no hay que ir tan lejos para encontrarnos con lo que nos mueve, nos eleva y nos conecta. Porque al final, lo que inspira no es solo lo que se logra, sino cómo se logra: con valentía, con entrega, con propósito.

Además, hay un mérito indiscutible en quien idea, coordina y sostiene esta plataforma. En tiempos donde lo banal y lo efímero reinan en muchos escenarios, hacer del reconocimiento a mujeres valiosas una prioridad, requiere visión, sensibilidad y carácter. Y esa ha sido, sin duda, la apuesta constante de Emelyn Baldera, quien con compromiso y coherencia ha dado forma a este movimiento que hoy impacta y emociona a tantos.

A ella, gracias por recordarnos que aún se puede hacer buen periodismo, buena gestión, y buena sociedad desde el reconocimiento del talento, el trabajo y el corazón de las mujeres dominicanas. Y a todas las que esa noche fueron celebradas, en tarima o en silencio, gracias también, porque ustedes hacen posible que la inspiración se sienta tan cercana, tan real, tan nuestra.

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