El Jardín Botánico Nacional está construido en poco más de dos millones de metros cuadrados. Ha sido una de las obras más duraderas de los gobiernos de Joaquín Balaguer, quien pese a cualquier crítica política ha sido uno de los presidentes que mejor legado ha dejado a la ciudadanía.
En ese terreno había un destacamento militar, exactamente el Campamento de Material Bélico y Artillería del Ejército Nacional.
Visualizando el entonces presidente Joaquín Balaguer el futuro crecimiento de la capital movió dicho campamento más al norte de la carretera Duarte llevando dicho asentamiento hacia el kilómetro 22 de dicha vía.
El Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso es un cuadrante verde que ahora está en el centro de la ciudad de Santo Domingo, lugar donde decenas de ciudadanos caminantes van a ejercitarse, así como pasan momentos de entretenimiento las familias dominicanas, además de realizar actividades recreativas y sociales.
Bodas, eventos florales, artísticos, recreativos y de concentraciones humanas se efectúan en el botánico. El turismo no se queda atrás, aunque sea de manera individual se pueden apreciar visitantes extranjeros al Jardín Botánico cualquier día de la semana.
Lamentablemente las agencias de viajes no incluyen este lugar paradisíaco por su entorno verde y bien cuidado en los planes de visitas turísticas.
Amplios caminos, veredas verdes, bosque seco, una gran conservación de árboles criollos forman parte de los atractivos del Botánico como lo identifica el dominicano.
Una gran cañada que recoge las aguas residuales de los sectores residenciales cercanos pasa por el interior del parque, eso sí que muy mal cuidada porque ni siquiera la limpian para sacar la basura que se acumula.
Esas aguas van a los ríos Isabela y Ozama, cuyos lixiviados venenosos hacen mucho peor el trato con los manantiales que bajan a los mencionados acuíferos.
De todos modos, los atractivos como el parque japonés, áreas de ejercicios, lagunas, chorros de agua, casetas de descanso, área de comida y otros atractivos hacen del parque Botánico Nacional un gran pulmón verde para el Distrito Nacional y sus cercanías.
Su entorno rodea de grandes residenciales y otros sectores no menos populares, dando calidad al lugar.
El Jardín Botánico Nacional fue fundado con el fin de estudiar, preservar e investigar la variedad de la flora de la República Dominicana.
El nombre del Rafael Moscoso es en homenaje póstumo al primer botánico dominicano que se dedicó intensamente y con claro criterio al estudio e investigación de las ciencias botánicas.
Entre sus obras se destacan el Catalogus Florae Domingensis, escrita completamente en latín durante 1943, y considerada una obra maestra. El Jardín Botánico Nacional fue diseñado por el arquitecto dominicano Benjamín Paiewonsky y construido por el ingeniero Joaquín Ruiz.
Este parque es uno de los más grandes de américa latina, junto a los parques mirador norte, mirador este y mirador del Sur, componen un cinturón verde que rodea la ciudad de Santo Domingo dando respiro a la contaminación que tanto hace daño a la salud.
Todos esos lugares siendo bien aprovechados ayudan al bienestar y conservación del medio ambiente.
El botánico se renueva en el día a día, mostrando en sus aproximadamente dos millones de metros cuadrados, gran diversidad de plantas y espacios con diversas edificaciones, en la que alojan los departamentos de botánica y horticultura, además de viveros.
También están educación ambiental. Esta importante obras y área verde del Gran Santo Domingo están considerada como una de los diez mejores jardines botánicos del mundo.
El emblema del parque es una hoja de palma Guanito, que es una especie natural dominicana.
Un poco de historia
La construcción del Jardín Botánico Nacional “Dr. Rafael Ma. Moscoso” se inició en marzo de 1972 e inaugurado el 15 de agosto de 1976. La Ley 456 del 12 de octubre de 1976 le dio personería jurídica.
Fue bautizado con el nombre del Dr. Rafael Ma. Moscoso, mediante el Decreto 2271, emitido por el Presidente de la República Dominicana, Dr. Joaquín Balaguer, como homenaje póstumo al primer botánico dominicano en escribir un Catálogo de la Flora de la Isla La Española (Catalogus Florae Domingensis). Su emblema es la hoja del guanito Coccothrinax argentea, una de las más bellas palmas endémicas de la flora de la Isla Española.
Está localizado en el sector Altos de Galá, en terrenos antiguamente ocupados por el campo de entrenamiento militar conocido como “Material Bélico y Artillería” , en la parte noroeste de la ciudad de Santo Domingo, ocupando un área aproximada de 2 millones de metros cuadrados.
Como una forma de promover la defensa y el desarrollo de la flora nacional, que se veía amenazada por distintos factores, se instituye el Jardín Botánico Nacional mediante la Ley Núm. 456, de octubre de 1976, bautizado con el nombre de Dr. Rafael Ma. Moscoso.
Mediante la Ley Núm. 921, el Jardín Botánico Nacional fue puesto bajo la administración y dirección de la sociedad sin fines de lucro Fundación Pro-Flora Dominicana, Inc., por un período de 10 años. Dicho contrato, fue renovado en el 1996 por otros 10 años, mediante el Decreto Núm. 206-96, el cual fue derogado por el Decreto Núm. 41-97 y el Jardín Botánico pasa a ser dirigido y administrado por un director que designa el Poder Ejecutivo.
En el año 1997, mediante el Decreto Núm. 201, se integra al Jardín Botánico Nacional el Centro de Conservación de Plantas de la Isla Española, organismo creado en 1994 por el Decreto Núm. 273, con la finalidad de conservar, estudiar y manejar las plantas nativas y endémicas de la isla o en peligro de extinción y unificar los esfuerzos para el estudio y conservación de la flora nacional.
En el año 2000, con la creación de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, hoy Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Jardín Botánico Nacional queda adscrito a ese organismo, manteniendo su autonomía administrativa y de dirección. Esta Ley también establece la creación de un Consejo Directivo, como órgano de control administrativo y financiero para el Jardín Botánico Nacional.
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