Más al norte del océano Atlántico, cerca de los Estados Unidos, están las Islas Vírgenes Británicas un montón de porciones de tierras de una belleza incalculable donde recibe al visitante con el calor humano que se merece un turista del primer nivel. Aquí corre el dólar norteamericano, aunque son propiedad del Reino Unido, las islas están divididas entre Estados Unidos y Londres. La parte más visitada es precisamente la británica y por el desarrollo que se aprecia en ellas la vida es bastante fácil de llevar en ese territorio de ultramar.
Su capital es Road Town, el idioma inglés midiendo aproximadamente 55 kilómetros cuadrados. 23 mil habitantes aproximadamente ocupan las Islas Vírgenes Británicas siendo estos una mezcla de negros, blando y otras razas que encuentran en el lugar un modus vivendis de primer nivel por calidad de vida.
Su clima es tropical, cálido todo el año que hace que semanalmente los cruceros que surcan las aguas del mar Caribe o el océano Atlántico hagan sus paradas para disfrutar del ambiente bullicioso y entretenedor que se vive allí. Sus playas son famosas como Cane Garden Bay o Long Bay, entre otros refugios de mar y arena que componen su medio ambiente bien cuidado y limpio para disfrute de los visitantes. Se practica el snorkel, vela y buceo, teniendo montañas y senderos propios para el esparcimiento y las aventuras turísticas.
El monte Sage es el punto más alto de las Islas Vírgenes Británicas. Posee varios puertos marinos turísticos para yates y cruceros. Tienen además un aeropuerto de bajo calado para aviones livianos y avionetas, así un ferry que cruza en islas en islas dando facilidades a sus habitantes para la comunicación interna. Ciertamente el visitante a las Islas Vírgenes puede disfrutar del trato amable y de sus habitantes que de alguna manera y logrando buenos servicios permiten que el turismo internacional acceda a su territorio.
Desde paseos en vehículos hasta buenos restaurantes forman parte de lo que componen estas tierras que allende los mares conforman el Reino Unido y que se dividen entre este país y Estados Unidos. Antes del siglo XV, sus primeros habitantes fueron varios pueblos indígenas del Caribe. Siboneyes, los más antiguos, Arawak, quienes vivieron allí durante siglos, Caribes, que llegaron más tarde y desplazaron a los Arawak.
Estos habitantes originarios de las islas del Caribe y del Atlántico vivían de la pesca, agricultura, cerámica y del comercio interinsular. En 1953, llegaron los europeos comandados por Cristóbal Colón, quienes entre otras cosas lograron la destrucción de esas sociedades que vivían de la naturaleza.
Durante todos estos siglos las islas fueron refugios de piratas y corsarios como Barbanegra y otros aventureros europeos que contribuyeron a la desaparición de los aborígenes habitantes originarios de lo que hoy es américa insular. Potencias europeas que disputaban el control del Caribe como España e Inglaterra, también Holanda, Dinamarca o Francia, se disputaron estos territorios.
Finalmente, después de muchas guerras y reparticiones Islas Vírgenes terminaron en manos de Inglaterra y Dinamarca, también de Estados Unidos. En el siglo XIX Inglaterra comenzó a asentarse alrededor de 1672, para desarrollar plantaciones de cañas de azúcar, cultivada con mano de obra esclavizada proveniente de África. Ya en el siglo XX-XXI, cerca del 1950, se creó un consejo legislativo.
En 1967 se les otorgó gobierno interno. Desde los años 80, las Islas Vírgenes Británicas se convirtieron en centro financiero Offshore y un destino turístico importante. En 1834 se abolió la esclavitud en esos territorios.Hubo un momento en que colapsó la economía azucarera por lo que muchos habitantes se dedicaron a la pesca, agricultura de subsistencia y la ganadería.
Del modelo de desarrollo turístico y económico de las islas Vírgenes Británicas tienen que aprender muchos países mucho más grandes y con más recursos que este territorio, donde el servicio es mucho más ágil y el trato humano más inteligente. De esa manera lograron mayor incremento del turismo, crecimiento económico y más comodidades para sus habitantes y visitantes.
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