El mundo de la moda está de luto tras la partida de Isak Andic, el visionario fundador de Mango, una de las marcas de moda más icónicas y exitosas de España. Andic, quien falleció recientemente a los 70 años, deja un legado impresionante que marcó un antes y un después en el sector textil y el comercio minorista a nivel global.
Nacido en Estambul, Turquía, en 1953, Andic llegó a Barcelona con su familia siendo adolescente, huyendo de la inestabilidad política de su país natal. Desde joven, demostró un espíritu emprendedor que lo llevó a iniciar un pequeño negocio de importación de productos textiles. En 1984, junto a su hermano Nahman Andic, fundó lo que sería Mango, una marca que se caracterizaría por su apuesta por la moda accesible, elegante y de calidad.
Con una visión clara de globalizar la moda española, Andic apostó por un modelo de negocio que combinaba diseño propio con la subcontratación de fabricación, logrando productos atractivos a precios competitivos. En 1985, se inauguró la primera tienda de Mango en el Paseo de Gracia de Barcelona, y a partir de ahí, comenzó una expansión vertiginosa. En menos de dos décadas, la marca conquistó mercados en Europa, Asia y América Latina.
Bajo su liderazgo, Mango se consolidó como una de las principales marcas de moda a nivel mundial, con presencia en más de 110 países y más de 2,500 tiendas. La estrategia de Andic se basó en la innovación constante, tanto en diseño como en tecnología. Fue uno de los pioneros en introducir la venta en línea en el sector textil, lanzando la tienda online de Mango en el año 2000, mucho antes de que otras marcas hicieran la transición digital.
Además de su éxito empresarial, Andic también destacó por su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social. En los últimos años, Mango lanzó iniciativas para reducir su impacto ambiental, incluyendo colecciones elaboradas con materiales reciclados y sostenibles. Andic también apoyó programas de educación y formación para empleados, consolidando una cultura corporativa basada en la inclusión y el desarrollo personal.
El carácter cercano y humilde de Andic fue siempre parte de su esencia. A pesar de ser uno de los hombres más ricos de España, con una fortuna que alcanzó los 1,800 millones de euros según Forbes, siempre mantuvo un perfil bajo y evitó los focos mediáticos. Prefería que el trabajo y el éxito de Mango hablaran por sí mismos.
El fallecimiento de Isak Andic representa una gran pérdida para el mundo empresarial y la moda global. Su legado perdura no solo en la marca Mango, sino también en la visión de un negocio que supo combinar creatividad, estrategia y compromiso. El mundo lo recordará como un innovador que transformó la industria de la moda, llevando el estilo español a cada rincón del planeta.
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