08/05/2025
Distopía

Iluminación que transforma

La reciente instalación de 9,000 luces LED en 23 sectores y 11 avenidas de Santo Domingo representa un aporte significativo a la seguridad ciudadana.

 Esta iniciativa no solo mejora la visibilidad y por ende ofrece mayor seguridad a los que transitan por las calles, ya sea en modalidad de peatón o como conductor, sino que también simboliza un compromiso con el desarrollo sostenible y el bienestar de la población.

La iluminación LED es conocida por su eficiencia energética y su larga duración, lo que se traduce en una reducción de costos para la ciudad y un menor impacto ambiental. En un momento en que el cambio climático es una preocupación global, Santo Domingo, da un paso adelante hacia la sostenibilidad al adoptar tecnologías más ecológicas.

Una gran verdad es que las calles iluminadas son menos propensas a la delincuencia, lo que brinda tranquilidad a los residentes, para caminar por avenidas y calles junto a sus familias sin mayores temores, dado a que la oscuridad se presta para muchas cosas. Es importante que las autoridades entiendan que este simple acto de iluminar las calles puede transformar la percepción de seguridad en la comunidad. 

Pero más allá de la seguridad, estas luces y cámaras instaladas,  también fomentan la vida social y económica, ya que, las avenidas iluminadas invitan a las personas a salir, a socializar y a participar en actividades comunitarias, lo que se ha perdido, de alguna manera.  

Los negocios locales se benefician de un aumento en el tráfico peatonal, lo que puede resultar en un impulso económico para las diferentes zonas que fueron impactadas con esta medida. 

Este proyecto no solo es una mejora estética y funcional, sino que también es un símbolo de esperanza y transformación para una ciudad que merece brillar hoy y siempre por aquello de que somos la primera ciudad del nuevo mundo. 

La implementación de estas 9,000 luces ejecutada bajo las instrucciones de la alcaldesa Carolina Mejía, estipula la instalación de 200 cámaras de videovigilancia, 500 brazos galvanizados, 80 postes y lámparas ornamentales y 325 lámparas solares. Las 200 cámaras estarán bajo el monitoreo del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1. Sin dudas un paso de avance que era necesario, tomando en cuenta que la inseguridad es uno de los principales problemas que enfrenta el país. 


Las lámparas tienen una vida útil prolongada de siete años de garantía y ocho años de garantía las fotoceldas verdes, reduciendo la necesidad de reemplazo frecuente, cumpliendo con los estándares de calidad de grado premiere, otro punto a favor.

Ojalá que llenemos de luces led todas las calles y avenidas del país y cada rincón donde sea necesario y que este programa sea replicado en otros municipios y provincias por sus alcaldes, los munícipes sin dudas lo agradecerán. 

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