Redacción PhotoNews
Santo Domingo (República Dominicana) 29 de marzo. El asueto de Semana Santa trae consigo otras dinámicas que nada tienen que ver con la reflexión. La gente aprovecha el feriado para salir con los suyos y trasladarse ya sea para el interior del país o, si se queda en la ciudad, aprovechar de nuevas opciones públicas como la implementada por el visionario alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo.
El año pasado, la instalación de piscinas públicas en la recuperada área de la playa de Güibia, enclavada en el centro de la ciudad, significó un éxito inesperado para muchos. Contra viento y marea, Salcedo apostó a repetir este programa que atrae a miles de personas durante los tres o cuatro días finales de la Semana Mayor y por allí se acercan quienes quieren disfrutar de entretenimiento sano y súper económico.
Miles de personas volvieron a peregrinar rumbo a Playa Güibia, las filas eran largas y la oferta del programa de diversión tentadora. Hay quienes se oponían a esta iniciativa (como Alejandro Montás, director de la Corporación de Acueducto y Arcantarillados de Santo Domingo), pero lo cierto es que Güibia es hoy un ejemplo de lo que puede convertirse un área pública si esta es intervenida como lo dispusiera el alcalde Salcedo.
Para aquellos residentes citadinos, vecinos de cualquiera de los sectores populares aledaños a Güibia, sin recursos para irse a un resort, a una villa en Casa de Campo o Cap Cana o sin las posibilidades económicas para trasladarse a un pueblo del interior, las piscinas representan una opción ineludible para disfrutar en familia a un costo casi imperceptible.
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