Luego de la publicación de mi columna la semana pasada –en la que responsablemente denunciaba los entresijos de un negocio oscuro con las habichuelas en el valle donde nací- unos pignoradores, que no son productores en realidad, visitaron el Palacio Nacional y, no conformes, organizaron una caravana para protestar en San Juan de la Maguana.
El objetivo de ambas acciones constituye la materialización de una advertencia que hice: un conjunto de presiones para que el Gobierno compre 50,000 quintales de la leguminosa acaparados sin ningún rubor por los mismos que hoy protestan.
Al leer la reseña de la protesta –todo un show chantajista- escrita por el colega Manuel Espinosa Rosario en el periódico Hoy, dos mensajes clave se ponen en escena:
1) Los pignoradores demandan impedir la entrada de 400,000 quintales de habichuelas pintas que, según ellos, hay en puerto y 2) Involucran al Ministro de Agricultura, Ángel Estévez como su aliado opuesto a que los granos ingresen al mercado.
Ojalá el funcionario aclare esta supuesta alianza con los pignoradores, pues de ser cierta habría que darle una mirada institucional desde el punto de vista del DR-Cafta y estoy seguro que no saldría bien parado.
En este sentido, cabe recordar que hasta un 30% del Contingente Arancelario de habichuelas puede ingresar al país siempre que el importador, persona física o casa comercial, pague el arancel del acuerdo, que para el año 2015 será de 29.7%
La Dirección General de Aduanas, como entidad que monitorea estas importaciones, sólo las detendrá al momento que estas hayan alcanzado el tope del 30% del Contingente Arancelario, equivalente a un volumen de 89,770 quintales. ¿No será una patraña de los pignoradores hablar de 400,000 quintales en puerto para inducir a las autoridades a llevarse de encuentro las normas del DR-Cafta aceptadas y ratificadas por el país?
Ahora comprendo a cabalidad la esencia de un famoso refrán muy repetido por mis padres: “De cualquier yagua sale tremendo alacrán”. Un alacrán es lo que hay en las presiones de los pignoradores de habichuelas.
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