El concierto que ofreció Justin Bieber, el pasado martes en el Estadio Olímpico Félix Sánchez, sirvió de plataforma para entrar en contacto con un nuevo talento.
Aunque muchas contrapartes suelen pasar desapercibidas cuando les toca el reto de enfrentarse a un público que espera un artista con la popularidad de la que goza Justin Bieber, el pasado martes el artista Gabriel, aunque no es una cara todavía muy conocida, tuvo buena aceptación del público juvenil con su propuesta enmarcada estilo electro pop, carisma y talento vocal.
Sin duda, el artista supo defender su presentación de apertura del espectáculo –para cualquier nuevo exponente, una gran oportunidad– la cual inició con la canción “Get Lucky”, que originalmente interpreta el dúo francés Daft Punk, quizás usada de manera estratégica ya que es una propuesta conocida por lo que fue acompañado por los coros de las jovencitas asistentes.
Con el acompañamiento de sus músicos, el artista dominicano siguió con el tema “Todo sigue igual”, de su autoría, la cual caló en el gusto de los presentes, entre otros temas. Sin embargo, en cada canción que interpretó Gabriel pedía aplausos para el astro juvenil Bieber y decía que ya casi iba a llegar, lo que no fue muy bien acogido por los miles de fanáticos congregados en el estadio.
Gabriel demostró en escena lo que había comentado hace poco: esa determinación que lo llevó a estudiar en la prestigiosa Berklee College of Music, y así poder ofrecerle a sus seguidores un repertorio de calidad. “No fue fácil, pero logré entrar y ahí empezó la odisea”. En menos tiempo del estimado, Gabriel obtuvo el título de productor musical y se lanzó a la conquista de uno de sus tantos anhelos: publicar un disco.
Encontrarse con artistas como Gabriel no es algo que suceda todos los días. Por su peculiar estilo de interpretar, crear y componer, se aparta del resto de jóvenes músicos de hoy, ofreciendo un estilo artístico tan genuino como su personalidad. Le sobra talento. Desborda pasión. Y sabe bien como alinear sus muchas emociones con la lírica perfecta de cada canción. Y no busca ser diferente: simplemente lo es.
“La música es el espejo del alma, esto es lo que llevo dentro, es mi identidad”. Así habla Gabriel al tratar de explicar lo que significa para él dedicarse a su más grande sueño, que finalmente empieza a tomar forma… y sonido. Su debut artístico lo hace con “Peripecia”, un álbum en el que puso “cuerpo, alma y corazón” y que deja ver todo lo que puede dar esta joven promesa de la música latina.
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