13/05/2025
Espectaculos

Estrategia de medios POEM: el éxito detrás del último disco de Bad Bunny

Madrid, España.– ¿Quién no ha escuchado hablar de Bad Bunny en las primeras semanas del año? Benito Martínez, conocido por su capacidad para revolucionar el género urbano, también ha demostrado ser un maestro de las estrategias de marketing integradas. Con el lanzamiento de su último álbum «Debí Tirar Más Fotos», el artista implementó una estrategia de medios que no solo ha captado la atención de millones de fans, sino que también ha generado un impacto positivo y medible en medios ganados.

Desglosando la estrategia POEM
El lanzamiento de un álbum en la actualidad no es solo un acontecimiento musical, sino un despliegue estratégico que involucra múltiples canales de comunicación. El modelo POEM (Paid, Owned, Earned Media), que divide la estrategia de medios en pagados, propios y ganados, ha sido aplicado magistralmente en esta campaña, asegurando que cada pieza de contenido trabaje en sinergia para amplificar el impacto del disco.

Mediante medios pagados, Bad Bunny garantizó presencia en espacios clave antes del estreno. A través de sus medios propios, controló la narrativa y creó expectativa, manteniendo una conexión directa con sus seguidores. Finalmente, los medios ganados hicieron que la conversación sobre el álbum explotara a nivel global, con cobertura masiva en prensa y viralidad en redes sociales.

Medios pagados
Bad Bunny invirtió en campañas publicitarias altamente dirigidas, utilizando plataformas como YouTube, Instagram, TikTok y Spotify para promover teasers y avances del disco. Los anuncios en vía pública en ciudades clave, como Nueva York y Ciudad de México, también generaron un ruido importante, aumentando la expectativa.

Las colaboraciones con grandes marcas reforzaron aún más la estrategia de medios pagados. La alianza con Adidas permitió el lanzamiento de una colección de sneakers inspirada en el álbum, la cual se agotó en minutos. Además, Bad Bunny se convirtió en el nuevo rostro de Calvin Klein, protagonizando una campaña de ropa interior que no solo fortaleció su imagen, sino que también amplificó la visibilidad del disco en la industria de la moda.

Una de las acciones más llamativas fue la Guagüita platanera con productos de Puerto Rico que recorrió calles de Madrid y República Dominicana, llevando consigo la esencia del artista y conectando su música con su identidad cultural. Este tipo de iniciativas han servido para reforzar su imagen como un artista auténtico y cercano a sus raíces.

Medios propios
Si hay un elemento que ha marcado la diferencia en la estrategia de Bad Bunny, es su uso inteligente de los medios propios. A diferencia de otros artistas que dependen de sellos discográficos o terceros para promocionar su música, Bad Bunny ha construido un ecosistema digital en el que controla completamente su narrativa, utilizando sus redes sociales como una plataforma esencial para conectar directamente con su audiencia. Su estrategia incluyó publicaciones crípticas, videos conceptuales y sesiones en vivo que permitieron a los fans sentirse parte del proceso creativo.

Las redes sociales han sido su principal herramienta para conectar con su público. En Instagram, una de sus estrategias más efectivas fue eliminar todas sus publicaciones antes del anuncio del álbum, creando misterio y especulación. En TikTok, bastó con publicar pequeños adelantos de sus canciones para que los fans hicieran el resto del trabajo, viralizando su música a través de trends y challenges. En Twitter, utilizó mensajes enigmáticos que alimentaron la conversación y el debate entre sus seguidores, asegurando que la expectativa se mantuviera alta hasta el lanzamiento.

Uno de los movimientos de marketing más innovadores de Bad Bunny fue el uso de coordenadas geográficas para revelar los títulos de las canciones del álbum. Los fanáticos que preguardaron el disco en Spotify recibieron coordenadas que, al ingresarlas en Google Maps, revelaban vistas de calles con los nombres ocultos de los temas. Esta estrategia no solo generó una interacción única con los seguidores, sino que también convirtió el lanzamiento en una experiencia inmersiva que traspasó lo digital.

Su canal de YouTube ha sido otro pilar en la difusión del álbum. Más allá de los videoclips tradicionales, Bad Bunny ha utilizado esta plataforma para contar una historia visual que acompaña la narrativa del disco, tal es el caso del cortometraje introductorio, que establece la estética y el tono del proyecto, dirigido y escrito por el artista y protagonizado por Jacobo Morales, cineasta, actor, director de cine y animador boricua. 

Medios Ganados
Si bien la estrategia de medios pagados y propios fue fundamental para el éxito del álbum, el verdadero impulso vino de los medios ganados. La reacción del público y la cobertura en prensa hicieron que Debí Tirar Más Fotos trascendiera el ámbito musical para convertirse en un fenómeno cultural.

Desde su lanzamiento, el álbum ha recibido un gran volumen de cobertura orgánica. Medios de comunicación tradicionales y digitales publicaron análisis, entrevistas y reseñas sobre el disco. En redes sociales, los fans y los influenciadores amplificaron el impacto con millones de publicaciones, memes y videos relacionados con las canciones.

Marcas de distintos sectores también se unieron a la conversación, utilizando la estética de la portada del álbum y referencias a las letras de las canciones en sus propias campañas publicitarias. Esto incluyó desde publicaciones en redes sociales hasta colaboraciones inesperadas con artistas visuales.

Artistas como Residente, J Balvin y Rosalía mencionaron el lanzamiento en entrevistas y redes sociales, aumentando la conversación en círculos culturales y musicales. Las marcas también aprovecharon la ola mediática para integrarse a la conversación. Empresas como Cerveza Presidente, Burger King, Mercado Libre y Durex utilizaron referencias al álbum en sus propias campañas publicitarias, creando un momento cultural compartido.

Entre las acciones más comentadas, destacó la aparición sorpresa de Bad Bunny en un noticiario importante, donde habló sobre el impacto cultural del álbum y sus intenciones artísticas. Esta participación generó una oleada de cobertura mediática en portales de noticias y redes sociales.

Asimismo, el cantante, en colaboración con Spotify, organizó una fiesta en una ubicación secreta de su tierra natal y protagonista de su álbum, Puerto Rico. El evento estuvo impregnado de las tradiciones de la isla e incluyó un animado torneo de dominó, creando un ambiente festivo que cautivó a los asistentes. La aparición de Bad Bunny marcó un momento inolvidable, dejando una huella en quienes participaron en la celebración.

Otra acción memorable fue su interpretación sorpresa en el metro de Nueva York, donde cantó algunas de las canciones del disco frente a pasajeros sorprendidos. Este acto, que rápidamente se viralizó, fue considerado un movimiento estratégico para conectar con sus fans a nivel más íntimo y auténtico, además de generar titulares en medios internacionales.

Además, su actuación en los iHeartRadio Music Awards 2025, donde interpretó «EoO» y se lanzó al público, reforzó su imagen como un artista cercano y sin miedo a innovar.

Acciones de marketing como la reproducción en vivo de canciones en lugares icónicos, campañas interactivas en Spotify y TikTok, y proyecciones especiales de contenido visual asociado al disco generaron un alcance internacional, posicionando el álbum como un tema recurrente en medios globales durante varias semanas.

Inversión estimada y resultados
Aunque las cifras exactas de inversión no han sido divulgadas, se estima que la campaña involucró millones de dólares en medios pagados y colaboraciones de marca. Sin embargo, el retorno en medios ganados ha sido exponencialmente mayor.

Según datos preliminares, el lanzamiento generó más de 3 millones de publicaciones en redes sociales en las primeras 48 horas, portadas en medios internacionales como Rolling Stone, Billboard y The New York Times, como también un incremento significativo en streams, superando los 50 millones en Spotify en el día de estreno.

El artista y su álbum también han logrado ser tendencias globales en Twitter y TikTok, posicionando varias canciones entre los temas más comentados que condujeron a la toma de iniciativa de marcas externas e internacionales, que han generado contenido alusivo al álbum, integrándose orgánicamente a la conversación.

Una estrategia integrada de impacto
Lo que diferencia a esta estrategia de muchas otras es su carácter perfectamente integrado. Cada pieza del rompecabezas mediático trabajó en sinergia para amplificar el mensaje y conectar emocionalmente con su audiencia. Al combinar medios pagados, propios y ganados, Bad Bunny no solo aseguró un lanzamiento exitoso, sino que también consolidó su posición como una de las figuras más relevantes en la cultura popular.

Bad Bunny en uno de los momentos vibrantes del concierto en Altos de Chavón.

El lanzamiento de Debí Tirar Más Fotos no fue solo la presentación de un álbum, sino una clase maestra de estrategia digital. Bad Bunny ha demostrado que el éxito en la industria musical actual no se basa únicamente en la calidad de la música, sino en la capacidad de un artista para controlar su narrativa y conectar con su audiencia a través de múltiples canales, ya que la autenticidad y la conexión directa con el público generan un impacto mayor que cualquier campaña pagada.

Bad Bunny nos demuestra que, en la era digital, los artistas no necesitan grandes inversiones publicitarias para triunfar; necesitan una estrategia bien diseñada que priorice la interacción y el engagement con su audiencia, contar con un ecosistema digital bien construido que permitirá maximizar el impacto de un lanzamiento y deben aprovechar el misterio y la expectativa en redes sociales, que bien utilizado puede convertir un anuncio en un evento global. 

Los medios propios han sido el pilar de esta estrategia, permitiéndole mantener el control total sobre su mensaje sin depender de terceros. Sin embargo, la combinación de medios pagados y ganados ha sido clave para amplificar su impacto y asegurar que su música llegue a todos los rincones del mundo.

Un modelo para el futuro de la música
El caso de Bad Bunny plantea una pregunta interesante sobre el papel del marketing en la música actual. Mientras algunos pueden criticar la comercialización excesiva, este enfoque también demuestra que el marketing bien ejecutado puede coexistir con un mensaje artístico y cultural poderoso. En un mundo saturado de contenido, estrategias como la de Bad Bunny nos recuerdan que la clave está en conectar de manera auténtica con el público, utilizando todas las herramientas disponibles para amplificar esa conexión.

Debí tirar más fotos, en su presentación, reunió varios factores que estaban interconectados, creando un poderoso ecosistema de medios que demostró la riqueza del buen uso de las estrategias, la publicidad y la integración de los medios, lo que contribuyó significativamente al éxito general del álbum

El reto para los artistas del futuro será encontrar el equilibrio entre el marketing y la autenticidad, utilizando todas las herramientas disponibles sin perder su esencia. Bad Bunny ha marcado el camino, y la industria musical no volverá a ser la misma después de su ejemplo.

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