11/12/2025
Con luz propia

Enyer Díaz: El poder de avanzar sin prisa, pero con certeza

Hay personas cuyo recorrido profesional se reconoce no solo por los proyectos que firman, sino por la forma en que transitan la vida, y Enyer es uno de ellos. Creativo, disciplinado y conectado con su propósito, ha construido una carrera donde la paciencia, el esfuerzo y la fe en sus capacidades son tan importantes como el talento. Su serenidad, su manera de trabajar y su constancia lo han convertido en un ejemplo de crecimiento consciente en un entorno que acostumbra a correr. En esta conversación con La Crónica, Enyer comparte la esencia de ese proceso: la certeza de que aún queda camino por recorrer, conocimiento por adquirir y lecciones por aprender, pero también la firme convicción de que está exactamente donde debe estar.

Orígenes y Esencia

  1. Cuando miras hacia atrás, ¿en qué momento exacto descubriste que lo tuyo era transformar a la gente a través del estilo?

Creo que lo descubrí el día que entendí el poder real de la ropa: no solo vestir, sino devolver autoestima, presencia y confianza. Cuando vi cómo una persona cambiaba su postura, su mirada y hasta su energía frente al espejo, entendí que el estilo no era superficialidad, sino transformación. Ahí supe que lo mío era eso: acompañar a la gente a reconocerse, a amplificar lo que ya tienen y a construir una versión más placentera de sí mismos.

  1. ¿Qué te movió la primera vez que tomaste una pieza de ropa y pensaste: «esto puede contar una historia»?

No te podría describir el sentimiento que experimenté, o decirte con exactitud lo que causó en mí. Creo que desde que tengo conciencia he sentido una profunda afinidad por la moda. Vestirme siempre fue mi refugio, una forma de protegerme y, al mismo tiempo, de expresarme. Era mi armadura para enfrentar la vida. En una sociedad donde ser diferente puede ser cuestionado, especialmente para un niño en un país del llamado «Tercer Mundo», vestir con autenticidad podía verse como una rebeldía. Sin embargo, lejos de hacerme sentir pequeño o intimidado, me dio una pista clara de lo que quería hacer en la vida. Ahora que lo pienso, creo que ir a contracorriente me fortaleció; me dió seguridad y la certeza de que entendía lo que estaba construyendo. Miraba, y aún lo hago, la ropa como algo invaluable que podría aportar valor a alguien de alguna u otra forma (de hecho, mis amigos me dicen que debo dejar ese apego emocional a la ropa Jajajaja). 

Luego, las personas a mi alrededor empezaron a notar mi buen gusto y mi sensibilidad estética. No sabría precisar el momento exacto en que comenzó mi historia con el estilismo de moda. Siento que fue algo natural, casi inevitable. 

  1. ¿Quién era Enyer antes de convertirse en el Enyer que conocemos hoy? ¿Qué soñaba ese muchacho? 

Desde muy temprano he tenido una profunda afinidad por las artes en general. Fui de esos chicos «premiados» con varios talentos. Lo que muchos veían como una virtud, en mi infancia y adolescencia fue una carga, porque me costaba elegir un rumbo claro. En un principio mi don más sobresaliente era dibujar, se me da muy bien a decir verdad, aunque ahora no exploto tanto ese recurso.  Desde pequeño fui muy aplaudido y apremiado por allegados. No te podría decir con seguridad qué quería ser cuando fuese grande, pero sí tenía la certeza de que algún día tendría la oportunidad de agradecer en premiaciones por reconocimientos , que en aquel entonces hasta lo ensayaba, lo soñaba y lo anhelaba. 

Inicios y Camino

  1. ¿Cómo fue ese primer paso dentro del mundo del estilismo… ¿Cuál fue el momento que te cambió el rumbo?

Formalmente, mi entrada al estilismo se dio cuando emprendí junto a una amiga una tienda online de ropa usada. Ese proyecto, que empezó como un experimento, se convirtió en una puerta inesperada. ¡Mi gran oportunidad! Pues una editora de una de las principales revistas de moda del país vió un trabajo que había hecho por cuenta propia y decidió darme una oportunidad para realizar producciones editoriales. Recuerdo que me retó y puso a prueba mi capacidad porque en mí, veían potencial. Yo era un amateur, un entusiasta con más pasión que experiencia, con más hambre de ingresar a ese mundo que CV. 

  1. ¿Hubo alguien que te abrió una puerta cuando todavía nadie apostaba por ti? ¿Qué aprendiste de ese momento?

Si, de hecho muchas personas veían mi futuro muy claro. Amigos y allegados que me apoyaron de alguna u otra forma, pero mi gran oportunidad me la dio Airam Toribio. Es la persona que me brindó ese empujón y hasta el sol de hoy me siento en gratitud con ella. Aprendí lo importante del manejo y buen trato a las personas, a tener disciplina, a afianzar mi sentido de la responsabilidad y reconocer mi valor como humano y profesional. 

  1. ¿Cuál fue el mayor miedo que tuviste al comenzar… y cómo lo enfrentaste?

Mi mayor miedo era sentir que a lo mejor no era tan bueno como me decían, además, de que no tenía los recursos para mostrar y hacer lo que realmente me movía. Pero cuando se tiene pasión y no hay recursos pues la creatividad se pone a prueba y de qué manera. Dentro de las limitaciones es que se hace de tripas corazón como decimos acá.

  1. En tu trayecto, ¿alguna vez pensaste rendirte? ¿Qué te sostuvo?

Ha habido lamentos, no te voy a mentir. El trabajo del estilista de moda aún sigue siendo una disciplina abstracta, mal pagada e informal, y justamente eso ha hecho que algunas veces me quiera rendir. Pero no, no voy a rendirme. Esta es mi pasión y mi vida.

Visión Creativa y Trabajo

  1. ¿Cómo describirías tu estilo personal como estilista? ¿Qué te hace diferente?

No sabría definir en una palabra mi estilo en mi labor, ni mucho menos captar por completo el zeitgeist porque todos estamos en la búsqueda constante de un estilo en cuanto a estética se refiere. Definitivamente, el factor diferenciador, de hecho, algunos clientes me han catalogado como tal. 

Dicho sea de paso, es algo en lo que quiero enfocarme aún más hasta perfeccionarlo dentro de mis posibilidades, claro está. Esto se debe a que me concentro mucho en los detalles y en el storytelling (cómo, cuándo, dónde, qué y quiénes estarán; son preguntas que se le debe dar respuesta a través del atuendo).

  1. ¿Qué papel juega la intuición en tu proceso creativo?

Juega un papel relevante en el proceso creativo y en el tema de la estética aún más, ya que la imagen es percepción. Es por eso que es importante tener una intuición aguda de qué eficientiza, a la hora de realizar un estilismo. La intuición ayuda a identificar casi de manera automática sin requerir un análisis muy detallado.  Sin embargo, te arroja una señal espontánea acorde con la visión, contexto y mensaje que se quiere comunicar con la ropa.  

  1. ¿Qué es lo más retador de vestir a alguien… y qué es lo más sagrado para ti en ese proceso?

Creo que lo más retador es conectar con el cliente. Que este deposite toda su confianza en entregarte su imagen y desafiar las percepciones del público. En ese mismo orden, trabajar con clientes que no sepan el poder que tiene la imagen, o más bien, no otorgue la importancia que amerita el cómo se ve y qué comunica con su atuendo en mí misma proporción.

Motivación y Propósito

11. ¿Qué te inspira cuando las ideas no fluyen o cuando la vida se pone pesada?

Vuelvo a lo esencial: a mis sentidos, a los materiales, a caminar sin prisa y dejar que el mundo me hable. A hojear libros, ver escaparates en las tiendas, repasar referentes. Tocar una textura, una sombra o un recuerdo pueden reactivar mi mirada. Hacer lo que me gusta, buscar inconscientemente ese combustible que me hace tener una visión retadora. Me apoyo en mis viajes, en mi archivo emocional y en mi gente; Pausar también es parte del oficio. Rompo rutinas para provocar nuevas conexiones y me permito no forzar la creatividad. Mi mantra es simple: a mayor ruido e incomodidad, más vale el silencio y la calma. Desde ahí, la inspiración siempre encuentra el camino de regreso. 

  1. ¿Cómo manejas la presión de un mundo tan visual, competitivo y rápido como la moda?

Es bien sabido que la moda es un terreno elástico que evoluciona al ritmo de los gustos y demandas de las personas. En ese sentido, es un deber mío mantenerme actualizado en todo lo que abarca el sector para sostener vigencia, saber optar y saber descartar. Manejar, comprender y adaptarse a los constantes cambios es vital, pero también lo es preservar la esencia y el ADN del trabajo de cada quien, porque ahí es donde nace la verdadera autenticidad.

Al final, convivo con la presión transformándola en impulso: observo, estudio, interpreto y luego lo filtro a través de mi mirada. Como dijo Peter Drucker: “Innovar o morir”. Eso es un mandato que se da en todos los gremios.

  1. ¿Qué aprendiste del éxito… y qué aprendiste del fracaso?

Mi mayor aprendizaje es que en cualquiera de esas circunstancias (en el éxito o en el fracaso) no vamos a dejar de ser humanos, y que somos frágiles por sobre todas las cosas.  Así que debemos procurar ser buenos seres humanos.

Impacto y Juventud

  1. Si pudieras hablarle al joven Enyer que estaba empezando, ¿qué consejo le darías para no apagar su luz?

Pues le diría a ese chico impaciente por demostrar su talento que «nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo».

  1. ¿Qué mensaje te gustaría dejarle a los jóvenes que sienten pasión por la moda pero no saben por dónde empezar?

Mi mensaje es que persistan en concretizar lo que quieren lograr. Los límites no existen y más en la actualidad con la democratización de la moda. No tomes un «no» como respuesta, por nadie, ni siquiera un «no» dicho por ti mismo. Sea como sea tu historia, puedes llevar a cabo tu pasión por la moda…Les exhorto que inyecten entusiasmo y espíritu alentador a cualquier cosa que hagan. 

Este es un trabajo de horas de vuelo, es decir; que la única manera de la que nos podemos dar cuenta si somos buenos en esto, es practicándolo mucho. 

  1. ¿Cómo encuentras autenticidad en un mundo donde todo el mundo parece querer encajar en una tendencia?

En un mundo regido por lo socialmente normativo, es difícil ser uno mismo, ser genuino, abrazar las rarezas, ir en contracorriente, tener esencia y sustancia; Pero, por encima de todo, ser auténtico no es tarea fácil. Sin embargo, ahí reside la belleza de nosotros, los seres humanos: somos distintos. Y justamente de esa diferencia nace el estilo. Tenemos personalidad, apariencia, actitud, convicciones diferentes. Eso nos hace únicos y no aburridos. Como estilista, encuentro autenticidad mirando hacia adentro antes de mirar hacia afuera. Las tendencias son referencias, no mandatos. Son sólo un fenómeno frívolo que incita a la falta de autenticidad y lo meramente comercial.  En la práctica, la autenticidad aparece cuando dejas espacio a la intuición. 

  1. ¿Qué cualidades crees que necesita realmente un estilista para dejar huella? 

Debe tener visión novedosa, iniciativa, imaginación, creatividad e intuición. Ideas ambiciosas y sensibilidad artística.  Tener audacia y persistencia. Poseer un acervo cultural amplio y mantenerse al tanto de todo lo del sector.

  1. ¿Qué sueñas lograr todavía? ¿Cuál es ese próximo nivel que te emociona?

Wow, que pregunta. Anhelo todavía internacionalizar mi carrera, colaborar con marcas y personas de renombre de escala internacional. Me hace ilusión y me emocionaría vestir a una celebridad en una alfombra de rigor.

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