La comisión especial designada por el Senado para dirigir el proceso de las entrevistas de los aspirantes a integrar como suplentes o titulares del pleno de la Junta Central Electoral, concluyó con esta fase luego de sentar frente a los honorables a un total de 102 personas. Esta etapa de los trabajos previos antes de que una preselección se presente ante la presidencia de la Cámara Alta, coincide con un panorama que favorece de manera casi general en que, por lo menos en el caso del actual incumbente, magistrado Román Jáquez Liranzo, sea reconfirmado para otros cuatro años al frente del órgano electoral.
La ciudadanía asistió como testigo, a través de la transmisión de las mismas por los canales digitales del Senado, a un interesante careo entre aspirantes y senadores, que sirvió de escenario para hacernos una idea de la capacidad intelectual, la experiencia, preparación e idoneidad de cada una de las personas que se inscribieron para ocupar una de las diez plazas que componen el pleno.
De las 103 candidaturas que originalmente integraron la lista oficial, una renunció a seguir adelante con la idea. Debido a su experiencia en la organización de las elecciones municipales de febrero pasado, y luego con las congresuales y presidenciales de mayo, con una población en estado de crispación a la expectativa si este pleno tendría capacidad de recuperar la confianza y la credibilidad, en su intención de conseguir la revalidación, no confrontaron mayores inconvenientes de responder cada una de las cuestiones que plantearon los comisionados.
Un dato interesante entre los 102 aspirantes a integrar la Junta Central Electoral fue la diversidad de profesionales que dio el paso para someterse a este proceso. Entre ellos destacan ocho figuras del periodismo y la comunicación, con vasta experiencia en el ejercicio periodístico, entre el grupo Anibelca Rosario, actual suplente que aspira a ser titular o repetir como suplente. Una cátedra supuso la participación de Luis García, periodista con más de 30 años en este campo y que en una ocasión fue suplente de la JCE. Demostró su alto nivel de preparación, especialmente en el área relacionada con los partidos, la política y la organización de los procesos electorales.
El Senado tiene en esta ocasión una oferta portentosa de candidaturas probadas, tanto si deciden reelegir algunos de los miembros titulares del pleno vigente, como si quisiera mover la coctelera para reemplazar otros jueces. Y qué saludable que se haya producido un escenario con estas características: tener la posibilidad de separar, sin mayores dificultades, el grano de la paja. Con el escrutinio que en parte se ejecuta de manera pública, como es el caso de las entrevistas a cada aspirante, la ciudadanía también se hace una idea por dónde deben ir los tiros, aun cuando al final yerre y se vaya en blanco en sus pronósticos.
La comisión especial del Senado, presidida por Julito Fulcar, que también integran los senadores Daniel Rivera, Ramón Rogelio Genao, Aracelis Villanueva, Pedro Catrain, Maria Mercedes Rodríguez, Antonio Taveras Guzmán, Eduard Espiritusanto y Franklin Romero, puede seguir en sintonía con las proyecciones de una ciudadanía satisfecha con el pleno y la gestión de Román Jáquez, y al mismo tiempo refrescar o robustecer esos flancos que demostraron cierta fragilidad durante la organización de las pasadas elecciones. No hay vuelta atrás.
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