11/11/2025
Nacionales

Enfermedades y envejecimiento: las principales causas de muerte entre 799 mil casos registrados en este 2025

Hasta el 2 de noviembre de 2025, la Junta Central Electoral (JCE), a través de las estadísticas del Registro Civil, ha contabilizado 799,611 defunciones registradas en el país a nivel nacional. Detrás de esa cifra significativa se esconden historias, contextos y realidades que describen no solo el estado de la salud pública, sino también los retos de seguridad, prevención y bienestar social que enfrenta el país. Las estadísticas, divididas por tipo de causa, permiten identificar patrones que marcan profundamente la vida y la muerte de la gente.

De acuerdo con el informe, 334,945 muertes fueron registradas como de causa natural, mientras que 235,538 correspondieron a enfermedades diagnosticadas. En conjunto, ambos grupos representan más del 71 % del total de las defunciones, lo que deja en evidencia que la mayoría de las muertes en el país están vinculadas a condiciones biológicas y de salud.

Los expertos en salud pública explican que este fenómeno responde a varios factores: el envejecimiento progresivo de la población, las enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, hipertensión y cáncer, y las brechas en el acceso a servicios médicos oportunos.

A estas cifras se suman 1,973 muertes atribuidas directamente al envejecimiento, una categoría que suele agrupar casos donde la muerte no está asociada a una patología específica, sino al desgaste natural del organismo.

En el apartado de muertes por accidentes, los registros muestran 4,124 fallecimientos por accidentes domésticos o fortuitos, 1,561 por causas laborales, y un alarmante 32,682 decesos relacionados con accidentes de tránsito. El tránsito, históricamente, se ha mantenido entre las principales causas de muerte no natural en la República Dominicana.

Con más de treinta mil casos registrados, las carreteras del país continúan siendo escenario de tragedias diarias. Factores como el exceso de velocidad, el consumo de alcohol al conducir, la imprudencia peatonal y el mal estado de algunas vías contribuyen a mantener elevadas estas cifras.

El dato resulta aún más preocupante si se considera que la tasa de mortalidad por accidentes de tránsito en el país figura entre las más altas de América Latina, según informes de organismos internacionales de salud y seguridad vial.

Homicidios y suicidios
Otro aspecto crítico de las estadísticas es la violencia, tanto externa como autoinfligida. Entre enero y noviembre, el Registro Civil reporta 15,448 muertes por homicidio y 5,796 por suicidio. Los homicidios reflejan las tensiones sociales que enfrenta el país: conflictos interpersonales, criminalidad organizada, violencia doméstica y armas de fuego circulando con facilidad en manos de civiles. Cada cifra representa una pérdida que deja un vacío en familias y comunidades, pero también un desafío para las políticas de seguridad ciudadana.

Por su parte, los casi seis mil suicidios registrados ponen en evidencia la necesidad urgente de fortalecer los programas de salud mental. La depresión, el estrés, la precariedad económica y el aislamiento emocional son factores que, según los especialistas, han incrementado la incidencia de estos casos en los últimos años.

El informe del Registro Civil también detalla 167,544 defunciones clasificadas bajo «otras causas», un renglón que engloba muertes por circunstancias no especificadas o en investigación. Esta categoría refleja tanto la complejidad de los registros médicos como las limitaciones en la documentación de las causas de muerte, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso.

Para los analistas demográficos, esta cifra sugiere la necesidad de fortalecer los sistemas de registro y certificación médica en el país, de manera que cada fallecimiento pueda ser correctamente clasificado y estudiado.

Los 799,611 fallecimientos registrados hasta noviembre de 2025 no solo representan una estadística nacional, sino un llamado a la acción. Cada número corresponde a una vida perdida, a un hogar afectado, a una lección pendiente. Los especialistas coinciden en que, si bien la mortalidad por causas naturales y enfermedades es parte inevitable del ciclo vital, muchas de las muertes por accidentes, homicidios y suicidios podrían prevenirse con políticas públicas más efectivas, educación ciudadana y mejor acceso a servicios de salud mental y seguridad vial.

El país se enfrenta, así, un reto multidimensional: prolongar la vida, mejorar su calidad y garantizar que las causas de muerte puedan ser comprendidas para evitar su repetición.

Las cifras del Registro Civil no son solo el recuento de los que se han ido, sino un reflejo del país que somos y del que podríamos ser. En ellas se cruzan los avances de la medicina con las fallas del sistema; las realidades económicas con las vulnerabilidades humanas, las políticas públicas con las decisiones individuales.

La capital, epicentro de los registros de defunción
Hasta el 2 de noviembre de 2025, la Junta Central Electoral (JCE) ha reportado un total de 799,611 defunciones en toda la República Dominicana. De esa cifra, Santo Domingo se posiciona como la provincia con mayor cantidad de fallecimientos registrados, con 158,025 muertes, lo que representa el 19.76 % del total nacional.

De acuerdo con los datos del Registro Civil, en Santo Domingo fallecieron 69,376 mujeres y 88,658 hombres, una diferencia que refleja una tendencia persistente: la mortalidad masculina continúa siendo más alta que la femenina. Especialistas atribuyen esta brecha a factores de salud, estilo de vida, violencia y siniestralidad vial, que afectan con mayor frecuencia a los hombres.

En el segundo puesto se encuentra Santiago de los Caballeros, donde se registraron 77,402 defunciones, equivalentes al 9.68 %de todas las muertes reportadas a nivel nacional. Esta provincia, que concentra una importante población urbana y hospitalaria, es considerada el principal centro de referencia médica del norte del país, lo que puede influir en el alto número de registros.

Por su parte, el Distrito Nacional ocupa el tercer lugar, con 47,588 muertes (5.95 %), mientras que La Vega se sitúa en el cuarto puesto con 27,333 defunciones. En esta última provincia, el registro detalla 10,915 mujeres y 16,418 hombres,repitiendo la tendencia nacional de predominio masculino en las cifras de fallecimientos.

Artículo escrito por Maximo Jimenez

Periodista, crítico de cine. Ex presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (2011-2013), autor del libro «La gran Aventura de la bachata urbana» (2018).

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