24/10/2025
Crónica Política

En defensa de un maestro del periodismo estratégico

Son injustos los ataques viscerales contra un mentor, formador, educador y visionario maestro del periodismo estratégico, corporativo y turístico de la República Dominicana.

A finales de la llamada «década perdida» (1988), Manuel Quiterio Cedeño ya había fundado la principal agencia de resúmenes periodísticos y comunicación estratégica del país. Nunca fue una factoría de «campañas sucias», sino un espacio de rigor, profesionalismo y servicio a la verdad informativa.

Tuve el honor de trabajar en Cicom, la agencia fundada por Quiterio Cedeño. Allí aprendí la importancia de un periodismo ético, responsable y comprometido con el desarrollo nacional. En esa casa de comunicación descubrí también mi vocación por el turismo: fue en Cicom donde nació mi compromiso con ese sector, al convertirme en editor del Resumen Turístico, una revista diaria especializada que fortaleció mi visión de la comunicación estratégica como herramienta de progreso.

Mantengo con Quiterio Cedeño una relación profesional de alto nivel, marcada por el respeto mutuo y la admiración hacia su talento, disciplina y liderazgo. «Manolo», como le llaman sus cercanos, es un maestro del periodismo dominicano, un hombre que ha formado generaciones y que ha aportado a la modernización de la prensa nacional.

Pocos recuerdan que fue pilar en la fundación de El Nuevo Diario y que ayudó a consolidar el periódico El Sol, dos medios que marcaron etapas importantes en la evolución del periodismo contemporáneo en nuestro país.

Cuestionar el Premio Nacional de Periodismo otorgado —tardíamente— a Manuel Quiterio Cedeño es una bajeza que bordea la mediocridad. Su trayectoria docente y profesional es inalcanzable para sus detractores. No somos Dios para juzgar ni condenar sus actuaciones en el reciente proceso eleccionario del CDP. Sus méritos superan los enojos temporales de un gremio que él ayudó a construir desde sus cimientos.

En este país la meritocracia sigue siendo una quimera. Y hoy confirmo lo que me dijo un viejo camarada de la UASD: «La clase más dividida, y que actúa como turba contra sus propios miembros, es la periodística». Manuel Quiterio Cedeño es, y seguirá siendo, un referente del periodismo honesto, ético y estratégico de la República Dominicana.

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