El avance de las mujeres en la política ha ido en aumento en las últimas décadas, lo que ha provocado un cambio en la percepción social del rol femenino en este quehacer.
Hoy por hoy, contamos con nombres que se han posicionado sobre la base de un trabajo en sus respectivos partidos en los que militan, algunas desde hace más de 20 años y otras más jóvenes, pero su accionar y la posición que juegan las ha convertido en una ficha importante a la hora de la toma de decisiones.
Recientemente la ministra de Interior y Policía, Faride Raful se atrevió a decir que «ningún partido tiene más mujeres capacitadas que el PRM». Teoría que no necesariamente es compartida por la oposición, que ha enlistado en sus diferentes estructuras partidarias a mujeres cuyo peso pudiera sumarles algo más que simpatía social.
Es el caso del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que tras su reciente congreso Reinaldo Pared Pérez, decidió apoyar y votar porque Zoraima Cuello no sólo pertenezca al Comité Ejecutivo de la organización morada, sino, que sea ella también vicepresidente del PLD, paso que fue aplaudido por la solvencia profesional que acompaña a esta mujer que llegó a la política desde el área privada y académica y que demostró más que capacidad para trabajar los temas a los que su partido, siendo Gobierno, apostó que ella pudiera resolver tanto en República Digital como en la creación del 911.
El 2025 será el año en el que la ex candidata a la vicepresidencia del pasado proceso, demuestre que constituye una de las voces femeninas de relevancia de la oposición y sea tratada como tal. Su llegada a la vicepresidencia aporta una nueva dinámica al partido que trata por sobre todas las cosas «renovarse».
En el caso de la exprimera dama y vicepresidenta, Margarita Cedeño, este nuevo año que inicia podrá servir de empuje para retomar la marcha y posicionamiento dentro de la organización que lidera Danilo Medina, luego de que pasara el proceso electoral presidencial y ella no fuera la bendecida con la candidatura, lo que según muchos pudiera causar cierta desilusión en la veterana política y abogada.
Si en algo tiene razón Faride Raful es que el PRM tiene una cantidad mayor de mujeres que pueden jugar un rol público de defensa de los interés partidarios. En ese orden, hay que citar en primer lugar a Raquel Peña, quien antes del 2020 era una figura solo conocida en el ámbito académico y empresarial, en especial de Santiago de los Caballeros, sin embargo, tras ser escogida como compañera de boleta del presidente Luis Abinader, todos los ojos fueron tras ella.
El primer período demostró que además de gerente tenía la capacidad de «funcionar» en todas las misiones que le encomendó el mandatario, lo que le ayudó a ganar el pase para una segunda gestión que apenas inicia. Su trabajo e involucramiento en las intríngulis del partido la ha llevado a ser mencionada en la selecta lista de posibles «presidenciables» del PRM para el 2028, aunque es muy temprano para hablar de ello.
Su militancia política nació en el PRM y aunque es joven, Raquel Peña ha logrado consolidar un liderazgo que podrá seguir creciendo en el 2025.
Si nos quedamos en el partido de Gobierno, otro figura de preponderancia que ha jugado un rol importante desde el 2020 es la actual alcaldesa del Distrito Nacional, quien ha logrado que la ciudadanía perciba como buena y válida su gestión que ya corre el segundo período y algunos destacan su capacidad de gestión y liderazgo.
Su enfoque en la modernización de la ciudad y la inclusión social será fundamental para atraer el apoyo popular hacia el PRM.
El 20205 será un año de retos para la alcaldesa de una ciudad con muchas deficiencias acumuladas por años de historia, tras erigirse como una de las posibles figuras que aspiren en 2028.
Y por el otro lado está Gloria Reyes y Faride Raful, quienes como funcionarias del actual Gobierno les ha tocado dar la cara por instituciones que generan mucha atención de la oposición y de la gente por el manejo de proyectos como los bonos de Navidad y de otras temporadas que siempre serán usados como dardos por la oposición, para tratar de sacar ventajas mediáticas y crear percepción en la población. Hasta el momento Reyes sigue al frente de Supérate, posición que ostenta desde el año 2020.
Tras la jugada de Luis Abinader y el PRM para llevar otro candidato a la senaduría del Distrito, Faride Raful recibió la petición del mandatario para que asumiera el Ministerio de Interior y Policía, institución neurálgica en las políticas públicas de seguridad. Ella no lo pensó dos veces y aceptó, muchos esperan que ella fracase, cosa que parece ella no se lo permitirá, puesto que no ha parado de trabajar desde que Jesús –Chú– Vásquez entregada la posición. Tanto Gloria como Faride son una representación femenina fuerte en áreas clave de la seguridad y la gobernanza.
Es sin dudas una de las fortalezas de este joven partido que ya corre por una segunda gestión en el poder. El PRM pudiera aprovechar el liderazgo femenino para diferenciarse de los demás partidos y ofrecer una alternativa atractiva a los votantes que según datos de la Junta Central Electoral (JCE), cada vez crecen más los rangos de juventud y mujer.
En la Fuerza del Pueblo (FP), mujeres como Altagracia Marcelino y Josefina Pimentel representan la veteranía en la política partidaria, sin embargo, su capacidad de accionar y sacar la cabeza dentro del partido de Leonel Fernández y conectar sus capacidades con la ciudadanía será esencial para el crecimiento de su partido.
Una mujer que está representando en escenarios internacionales a su género es Janet Camilo, de una generación que nació escuchando de política que luego sirvió de motivación para jurar por la bandera del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Como la primera latinoamericana presidenta de la Internacional Socialista Mujer, tiene la oportunidad de poner al PRD en el mapa pese a que en el paso proceso el partido del «jacho» descendió a un cuarto lugar adquiriendo la categoría de minoría.
Su papel no sólo fortalecerá la imagen del partido en el ámbito local, sino que también podría atraer apoyo de organizaciones internacionales, lo que pudiera traducirse en una mayor visibilidad al partido blanco.
Las líderes políticas aquí expuestas no sólo aportan visión y experiencia a sus agrupaciones políticas, sino que representan un avance significativo hacia lo que por tantos años se ha planteado; ejercicio político igualitario para hombres y mujeres.
No obstante, lo más importante de todo esto, con relación al avance la mujer política, es que ellas entiendan que aunque representan tendencias, colores e ideologías, deben trabajar en colaboración para ciertos temas en los que se necesita la participación y visión de la mujer política, de cara a promover políticas inclusivas que beneficien a la población en general.
Claro está, que la diversidad en el liderazgo político enriquece el debate y contribuye a una democracia más robusta y representativa.
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