Luego de la decisión de la cúpula perremeísta de pactar con Guillermo Moreno, presidente de Alianza País, y llevarlo como candidato a senador por el Distrito Nacional, no se había escuchado hablar a la actual senadora del Distrito, Faride Raful.
Sin embargo, en estos días, se ha permitido salir a dar declaraciones, propias de sus funciones como parte del equipo que coordina la campaña de la reelección del presidente Luis Abinader.
Faride que ha desafiado críticas de dentro y de fuera, desde que llegó a la curul por no cumplir con las expectativas de algunos, que sostienen que ella cambió el discurso desde que se juramentó como senadora, enfrentó la campaña de descrédito más fuerte cuando hizo saber su deseo de reelegirse en la posición, en pos de concluir algunos proyectos y normativas inconclusas en la cámara alta.
Fue en ese momento que se soltaron los demonios y todo porque supuestamente ella no contaba con los números para que el PRM, pudiera retener con seguridad una posición que por mucho tiempo dominó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el Congreso Nacional.
Faride, sorteó todo tipo de artimaña y se mantuvo firme hasta el último momento provocando que el propio presidente Luis Abinader, la convocara a una reunión para explicarle su intención y hacerle entender la importancia de esta estrategia en la que ella, obviamente, no era la protagonista. No tuvo más opción que aceptar y declinar en sus intenciones, pese a que algunos entendían que se había ganado la repostulación.
Tras la bienvenida a Moreno, las especulaciones volvieron a surgir, dado a que la senadora brilló por su ausencia en aquel acto donde el candidato a senador del PRM había lanzado ramos de olivo a la joven mujer política.
Casi finalizando enero, Faride comienza a hablar y tal como esperaba ha comenzado a salir lo que siente, dejando ver sus decepciones.
Admitió el hecho de que no es cadena de oro, que algunos compañeros del partido, la quieren, aunque otros no. Confirmó que ella sabe que desde dentro del PRM hicieron campaña en su contra y a eso agregó que aún no se ha juntado con Guillermo Moreno.
Ella ya ha vivido en carne propia el lado oscuro de la política, donde “no siempre es lo que uno desea”, y las zancadillas están a la orden del día. Esa es la “nueva política”, de la que sólo el Señor nos puede amparar.
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