No recuerdo con precisión cuándo conocí personalmente a Joseph Cáceres. Recuerdo que en los 80, siendo un adolescente, salía cada día a comprar el periódico vespertino, una tarde pagaba por Última Hora y otro día compraba El Nacional, porque el dinero no daba para llevármelo los dos. Al llegar a la casa, la recompensa era doble: el deleite de mantenerme informado y ese olor característico de la tinta fresca del periódico impreso, solo comparable al olor del pan fresco acabo de sacar del horno.
En Última Hora siempre disfrutaba los comentarios en el Escenario de Carlos Batista Matos y en El Nacional me enriquecía con la columna Arte Nacional de Joseph, la cual todavía publica en el referido vespertino. Desde entonces, es difícil dejar pasar por alto lo que dicen o escriben estas dos leyendas vivas del periodismo dominicano, quienes han logrado trascender profesionalmente más allá de la ruidosa farándula.
Todo esto, a cuento del reconocimiento a la trayectoria de Joseph que rindieron el pasado lunes en la noche el canal Señales TV, otorgado por Euri Cabral y Zinaida Rodríguez, pareja de esposos que vienen del mundo de la farándula y que logró rebasar esa frontera con bastante éxito.
Allí, en los acogedores rincones del restaurante Jalao, Euri llamó a Joseph posteriormente tras presentar un breve video biográfico donde tuvimos la oportunidad de recordar sus inicios creo que en los años 70. El reconocimiento, iniciativa de Señales TV se inició para esta misma época el año pasado con Zoila Puello como homenajeada, se convirtió en el momento más emotivo de la noche.
Por sus grandes aportes, objetividad y profesionalidad en el tratamiento de los temas del espectáculo de nuestra nación y el mundo, y sus más de 40 años ejemplares en esta área que lo convierten en el decano en este campo en el periodismo dominicano, leyó Euri de las palabras impresas en la placa. Terminada la lectura, el aplauso sonó con fuerza y todo el que estaba en el salón se puso de pie para aplaudir a Joseph y la ovación se mantuvo por el tiempo suficiente como para sacarle lágrimas al veterano periodista.
Me atrevo asegurar que este tributo que rinde Señales TV, Euri y Zinaida va camino a afianzarse como una iniciativa importante entre los profesionales del periodismo de espectáculo, en un momento en que debe imperar más que nunca el valor de la información verificada, del compromiso de los medios para hacer valer el decálogo que cimenta su buen ejercicio.
Euri –Zinaida no estuvo presente debido a que se encuentra en el exterior junto a una de sus hijas– previo al reconocimiento, recordó que en algún momento tuvo serias diferencias profesionales con Joseph, pero que eso no le impedía poder reconocer su trayectoria, todo lo contrario, favorecía hacer justicia y reconocer los aportes del homenajeado a la profesión. Una cosa no tiene absolutamente nada que ver con la otra. Y es que Euri también sabe separar el desacuerdo profesional o gremial de cualquier aspecto personal, como muchos deben aprender en estos días, porque actitudes de esta naturaleza laceran el corazón y aniquilan el intelecto.
No recuerdo haber visto a Joseph Cáceres llorar. Quizás esa noche lo hizo porque el inexorable paso del tiempo provoca la nostalgia que se manifiesta a través de las lágrimas, o quizás lo hizo porque los zorros también lloran. Enhorabuena, Joseph.
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