¿Cuál fue la última gran estrella de la música que produjo República Dominicana, la cual pudo haber trascendido a nivel internacional a una gran escala?Los nombres se pueden contar con los dedos de una mano, panorama que empeoraría si se obviaran celebridades como Romeo Santos o Prince Royce, artistas de renombre internacional, aunque de origen dominicano nacidos en Estados Unidos, para citar probablemente las últimas dos figuras que abrazaron la música nacional –la bachata urbana creada por Aventura– y que gozan de una popularidad en el extranjero.
Pero, ¿por qué es tan difícil posicionar fuera del país un artista dominicano? Quizás las dificultades son las mismas para el resto del mundo: no todo el mundo tiene éxito a estos niveles, pero al parecer, según especialistas consultados ayer por elCaribe, en muchos casos esto está estrechamente vinculado con las posibilidades económicas de cada país.
Hommy Campusano, promotor artístico con muchos años de experiencia en el mercado, considera que, salvo algunas excepciones, “las figuras dominicanas no tienen posibilidades económicas para invertir sumas cuantiosas en promoción. En Estados Unidos, por ejemplo, promover una canción, llevar a cabo un media tour en los principales medios, puede significar la inversión de US$40 ó 50 mil dólares. Los artistas dominicanos que pueden pagar esa cantidad, es muy difícil que inviertan en esos renglones”.
Campusano entiende que las figuras que surgen en el país tendrían más posibilidades de afianzarse en mercados extranjeros si trabajaran al nivel profesional que requieren estas plazas. “Los artistas que ganan popularidad fuera de sus países, es porque generalmente estrenan un sencillo, graban un videoclip, hacen una inversión y pautan esos trabajos en la radio y en los canales de televisión donde van a lograr una presencia importante que trasciende su mercado natural”, aseguró Campusano.
Ezequiel Acosta (Triple A), promotor con más de 15 años de experiencia, que trabaja para Sony Music en el país, entiende que las dificultades que tiene que superar un artista dominicano son las mismas para una figura de cualquier otro país de América Latina.
“Hay cantantes en Colombia que son fuertes allá pero fuera nadie los conoce. Lo mismo sucede en Venezuela y otras naciones latinoamericanas, que en Estados Unidos, básicamente Miami y Nueva York, no son conocidos. ¿Qué pasa con esos artistas que no tienen repunte en grandes mercados? se afianzan en sus plazas naturales y son reyes ahí. Al final, la mayoría de los escenarios importantes de Estados Unidos están reservados para las grandes estrellas, que no están al alcance de la mayoría de los artistas latinoamericanos, y estos optan por explotar e invertir en sus naciones de origen”, explicó.
Tener éxito tampoco es un asunto fácil, y en la música todavía es más complicado, debido a la gran cantidad de talentos que producen cada año todos los países, quienes viajan por el mundo tratando de ganarse un espacio en este competitivo negocio del entretenimiento. “La música es impredecible, además del dinero que necesita un nuevo exponente, hay otros elementos que deben funcionar muy bien para trascender por encima del resto”, sentenció Acosta.
En esa misma dirección opina Hommy Campusano: “Este es un negocio impredecible, uno no sabe qué puede gustarle al público, y los segmentos de audiencia son tan cambiantes, que hoy puede funcionar una cosa muy bien y mañana ya se ha olvidado. Así es la música”, manifestó.
La música es cíclica y los estilos van dejando sus huellas en el público para darle paso a otros movimientos. En la salsa, Johnny Pacheco ganó trascendencia internacional con la Fania All Star,en los años 70. En los 80, surgió un Juan Luis Guerra que colocó la bandera dominicana en el mapa mundial, mientras que en el campo del jazz venía creciendo el pianista Michel Camilo que también es un nombre de referencia en su área. Johnny Ventura, Wilfrido Vargas, Cuco Valoy y Milly Quezada son nombres a tomar en cuenta.
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