21/11/2024
Espectaculos

«El coronel no tiene quien le escriba», una gran obra en clave macondiana

En El fuego de la imaginación, Obra periodística I (Alfaguara, 2022)Mario Vargas Llosa recuerda que varado en París, sin trabajo y sin dinero, en un pequeño hotel del Barrio Latino, donde Gabriel García Márquez vivía de fiado, escribió once veces una obra breve y maestra que el Nobel colombiano tituló como El coronel no tiene quien le escriba. Relata la triste historia de la vida de un coronel sumido en la pobreza, que junto a su esposa trata de sortear el día a día, con la esperanza de recibir una miserable pensión que no acaba de llegar.

Es la novela, publicada en 1961, que inspira la dramaturgia –adaptada por Natalio Grueso– de la obra del mismo nombre que se presentó este fin de semana en la sala Manuel Rueda de Bellas Artes, producción número siete de Dunia de Windt, que bajo la sombrilla de DW Producciones trae el país montajes de alto vuelo, dramas recreados en libros de la literatura latinoamericana que alcanzaron categoría de clásicos; como La fiesta del chivo, protagonizada por el veteranísimo Augusto Feria, en la encarnación de Trujillo, trabajo interpretativo convincente que este año le mereció el Premio Soberano como Mejor actor de teatro.

Un elenco de primerísimos actores en la dupla protagónica en la que recae todo el peso de este drama angustiante, con Orestes Amador como el Coronel y Elvira Taveras en el papel de la esposa, reafirman el criterio y la importancia con que la productora selecciona los talentos que participan en sus montajes. Asistimos a un duelo interpretativo entre esta pareja que conoce de antemano el rigor que impone la recreación de Macondo, ese mundo –y pueblo chico– inquietante concebido por García Márquez, que en El coronel no tiene quien le escriba, citando siempre el texto de Vargas Llosa, lo dota de sangre, músculos y huesos.

Orestes Amador, nominado este año al Premio Soberano por Acroarte por su trabajo en la obra Esperando a Odiseo, se mete en la piel del trágico personaje que deposita sus esperanzas en un gallo que heredó tras la muerte de su hijo. Nadan a la par en las mismas aguas Orestes y Elvira, una actriz que literalmente se bebe sus líneas para cantarlas con la naturalidad y credibilidad interpretativa que solo da el talento y la experiencia. Guiados por Manuel Chapuseaux, otro veterano en el campo de la dirección, los actores pisan en terreno firme durante todo su viaje.

Cindy Galán, Henssy Pichardo y Orestes Amador en un momento de «El coronel no tiene quien le escriba». | FOTOS: M. Oviedo/DW Producciones.

Tan breve como la novela que inspiró la dramaturgia –la obra dura 1 hora y 15 minutos–, el coronel resiste la calamidad de la miseria, y ampara su desdicha enfrentando al Don Sabas (Augusto Feria), o al doctor que es testigo fiel de su delicada salud o al abogado que aboga por un poco más de paciencia hasta tanto se materialice la asignación de su pensión. A todos ellos se suman en el elenco Henssy Pichardo, Cindy Galán, Jovany Pepín, Julián Suazo Gerónimo y José Vicente.

El montaje de El coronel no tiene quien le escriba sustenta la frondosa relación de DW Producciones con el teatro. La obra evita las complejidades, el pueblo donde sucede lo impensable en la imaginación literaria del Gabo, se manifiesta puro y simple como en el campo. Un ir y venir al correo donde el coronel pierde la paciencia esperando lo que no termina de llegar. En este espacio, en su casa y la de Don Sabas se narran los infortunios del coronel y su esposa.

Suele ser gratificante el regreso inevitable a las novelas de Gabriel García Márquez, el más universal de la literatura colombiana. Complementar desde la perspectiva del teatro las sensaciones que provocan sus historias, sirven para alimentar el espíritu y apreciar el arte en su esencia más pura. En estos tiempos en que las salas montan y desmontan a un ritmo trepidante –¡a Dios las gracias!– vale incluir a El coronel no tiene en que le escriba entre las mejores obras presentadas en el país en lo que va de año.

Ficha técnica

Producción general: Dunia de Windt – DW Producciones-Comunicación. Asistente de producción: Jovany Pepín. Dirección: Manuel Chapuseaux. Asistencia dirección: Johani García. Elenco: Orestes Amador, Augusto Feria, Elvira Taveras, Henssy Pichardo, Cindy Galán, Jovany Pepín, Julián Suazo Gerónimo y José Vicente. Regiduría: Johani García. Escenografía: Ángela Bernal. Vestuario: Lía Ross. Maquillaje y peluquería: Warden Brea. Diseño afiche y programa de mano: Maya Oviedo. Fotografías: Mika Pasco. Coreografía: Mildred Rubirosa.

Artículo escrito por Maximo Jimenez

Periodista, crítico de cine. Ex presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (2011-2013), autor del libro «La gran Aventura de la bachata urbana» (2018).

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