16/10/2025
Notas Breves

Paz

Dos años y días duró otro infierno más en la tierra de los tantos que existen. La guerra entre Israel y Gaza, en apariencia finalizó. Todo comenzó aquel fatídico 7 de octubre del año 2023, un cálido sábado a primeras horas del amanecer cuando nada presagiaba la descomunal masacre cometida por los terroristas de Hamás en el sur de Israel. Un ataque despiadado contra los vecinos y habitantes de los Kibutz del sur, contra centenares de jóvenes que habían amanecido en un concierto y a los que no mataron, se los llevaron secuestrados.

Toda esa locura dio al traste con la venganza del gobierno judío contra Gaza, con el objetivo de aniquilar a toda la cúpula de dirigentes y milicia de Hamás. Una decisión descomunal que arrasó con distintas ciudades en Gaza, y con más de 68 mil muertos. Muchos gazatíes lograron huir y han regresado a su tierra a raíz del anuncio del «fin» de la guerra.

Un fin que aún tenemos que esperar que pasen los días, para dar por seguro ese acuerdo de paz. Uno de los objetivos de esta nueva gestión del impredecible presidente norteamericano Donald Trump, fue precisamente ayudar a finalizar tanto la guerra de Gaza, como la guerra entre Rusia y Ucrania, que aún persiste. 

Trump, muy amigo desde hace muchos años del primer ministro Benjamín Netanyahu, tuvo muchas reuniones con el presidente de Israel para tratar de lidiar con la situación de encontrar paz en la zona, y poder negociar de alguna manera con la milicia terrorista, aún con israelíes secuestrados en su poder. Y muchos de ellos, asesinados. 

Era una situación donde no solo intervenía Trump, sino que también estuvieron en esas conversaciones y negociaciones de «paz», Catar (presumibles sponsors de Hamás), Egipto y el mismísimo Israel.

Hace unos días llegó la paz. Las negociaciones finalizaron, 20 mandatarios de distintos países también con cierta incidencia en este conflicto firmaron ese documento de «paz» en Egipto con la presencia de Trump, que se autoproclamó el «hacedor» de esa paz. No del todo cierto, pero ustedes saben el ego y el deseo de vanagloriarse de ese señor. Tanto es así, que dedicó unas palabras en el Congreso de Israel cuando el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos fue una realidad.  

El mandatario norteamericano dijo allí «es el acuerdo más grande y complejo y también es el lugar que podría provocar tremendos problemas, como la tercera guerra mundial y eso no va a ocurrir». En ese mismo discurso frente al Congreso judío, dos diputados de izquierdas le pidieron que reconozca a Palestina como Estado. Caso omiso. Luego, añadió Trump «comienza la reconstrucción en Gaza. Quizás sea la parte más fácil: ya hemos hecho la más difícil, y el resto vendrá solo. Todo sabemos reconstruir y construir mejor que nadie en el mundo». 

Así las cosas, luego se marchó a Egipto en el flamante Air Force One, que tanto placer le proporciona. Sostuvo una reunión con el presidente de Egipto Al Sisi, y después junto a 20 dignatarios presentes firmaron y sellaron el acuerdo de «paz». En esa firma no estuvieron presentes ni el primer ministro de Israel, y tampoco ningún líder del grupo terrorista Hamás. Después aprovechó el momento para instar al presidente de Israel, Isaac Herzog, a que indulte a Netanyahu, quien está siendo juzgado por presunta corrupción.

Es importante señalar que para alegría y calma de millones de ciudadanos la paz y las negociaciones alcanzaron su punto alto, que el genocidio cometido por Israel era insostenible y que Oriente Medio merece un entendimiento por encima de sus fanatismos religiosos e ideológicos. 

¿Durará esta nueva recién estrenada paz luego de que Israel quiere asentar y quedarse con los terrenos de Gaza?, ya veremos.  ¿Se puede confiar en terroristas malditos y sin escrúpulos? Ya veremos. Nada de esto es nuevo en Oriente Medio. 

¡Por los muertos!

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